Los Reyes de España se interesaron hoy por el espectacular calendario astronómico de la cueva de Risco Caído, candidata española a Patrimonio Mundial, durante su visita a Gran Canaria, donde conocieron los detalles de este legado de los aborígenes isleños único en las 100.000 islas del planeta, tras lo cual manifestaron el compromiso de la Corona en su andadura al máximo reconocimiento internacional.

Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por las principales autoridades de Canarias, encabezadas por el presidente, Fernando Clavijo, la presidenta del Parlamento, Carolina Darias, y el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien les explicó la importancia de este yacimiento aborigen, un secreto ocultado por la piedra durante siglos hasta que fue descubierto por casualidad, tal como explica el vídeo que los acercó a la magia del centro de Gran Canaria, el lugar con mayor concentración de triángulos púbicos rupestres del mundo.

Los Reyes llegaron a la Plaza del Pilar Nuevo cerca de las doce del mediodía, donde un espléndido sol los esperaba tras el rocío de primera hora, además de la ciudadanía grancanaria que quería ver de cerca a la pareja real y, si era posible, hasta saludarla, tal como sucedió antes de que entrara al maravilloso patio de la Casa de Colón, antigua Casa del Gobernador tras la fundación de la ciudad del Real de Las Palmas, hace casi 540 años.

Bajo la balconada del patio, donde hasta los guacamayos esperaban expectantes con alguna que otra garridura, los aguardaban los vicepresidentes del Cabildo grancanario, Ángel Víctor Torres, María Nebot e Inés Jiménez, la consejera regional de Cultura, Teresa Lorenzo, el director de Patrimonio, Miguel Clavijo, la secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián, y el consejero insular de Cultura, Carlos Ruíz, así como los alcaldes de los municipios del proyecto de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña, Roberto García (Artenara), Teodoro Sosa (Gáldar), Francisco Perera (Tejeda) y Juan Ramón Martín (Agaete), que fueron saludados por la pareja tras entrar acompañados además por el alcalde de la ciudad, Augusto Higalgo, y la delegada del Gobierno, Mercedes Roldós.

Así, los Monarcas subieron a una de las salas de la Casa de Colón también con los arqueólogos artífices del expediente de Risco Caído, Julio Cuenca, Cipriano Marín y José de León, donde una exposición de fotografías y un vídeo los transportó a la cueva con la ilusión de que en una próxima ocasión el programa pueda incluir una visita a esta fascinante caverna en la que entra la luz del sol el primer día de la primavera hasta el equinoccio de otoño, cuando será la luz de la luna la que entre.

Este prodigio, que lograron los aborígenes tallando la toba volcánica con una milimétrica precisión que aún es un misterio, hace que la luz fecunde con su entrada la tierra y dibuje durante su recorrido por la toba una secuencia que todavía guarda secretos y que está relacionada con el predominante papel de la mujer en aquella sociedad, no en vano esta cueva era su almogarén o templo sagrado.

Don Felipe y Doña Letizia, a los que llamó la atención la ancestral cultura troglodita de vivir en cuevas, que aún pervive, así como aspectos aborígenes únicos como la momificación, conocieron que Risco Caído alberga los valores de una cultura que evolucionó en aislamiento durante 1.500 años con unos conocimientos que asombran a científicos nacionales e internacionales.

El conjunto abarca además la Mesa de Acusa, la Sierra del Bentayga y el Risco Chapín, con sus graneros, santuarios, cuevas e ingeniería hidráulica, un paisaje que encuentra su continuidad en los celajes, un extraordinario cielo nítido que también ha sido incluido en el proyecto para su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco. Por si fuera poco, subraya la proyección, se encuentra en un punto caliente de la biodiversidad mundial.

Tras ello, en sus palabras públicas en el Plocan, el Rey manifestó que, al igual que la Reina, está convencido del claro merecimiento del reconocimiento mundial al que aspira Risco Caído por su “extraordinaria calidad en términos históricos y naturales”, así como el compromiso de la Casa Real con esta propuesta.

El Cabildo de Gran Canaria, entidad promotora del proyecto, le hizo saber su compromiso con la conservación del lugar, su enriquecimiento científico, la participación social y la divulgación con criterios de sostenibilidad para legar a las generaciones futuras lo heredado de las pasadas.

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