Los aproximadamente 800 metros cuadrados del nuevo espacio polivalente de Caideros se quedaron pequeños este sábado en la celebración del pregón de las Fiestas de San José a cargo de la hija del barrio Pilar Mendoza, concejala de Parques y Jardines, Playas, Mercado, Medianías y Cementerio del Ayuntamiento de Gáldar. Muchos vecinos de los diferentes pagos acudieron a esta llamada que marca el inicio a una de las principales y más antiguas fiestas del municipio.

Carlos Ruiz, consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria y pregonero de las fiestas de la pasada edición, fue el encargado de presentar a Pilar como pregonera, destacando sus cualidades y su marcado sentido para «arrimar en hombro» en cualquier faceta de la vida.

Pilar realizó en su intervención un homenaje a todas esas personas que hicieron de Caideros el «pago por excelencia» de las medianías, destacando a sus hombres y mujeres que con sus destacadas cualidades destacaron en muchos ámbitos académicos y profesionales: tejedoras, queseros, maestros carpinteros, etc.

En su alocución la pregonera destacó su amor por las medianías de Gáldar, en las que nació y vivió gran parte de su vida, a las que siempre recurre cuando la vorágine del día a día le obliga a buscar algo de tranquilidad.

Al finalizar el acto, que estuvo presentado por el periodista Santiago García Ramos, intervino el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, quien aseguró sentirse parte de la familia Mendoza y alabó el trabajo de su «concejala más antigua» durante estos 10 años formando parte de la corporación municipal.

El presidente de la Asociación Cultural Montaña el Agua, Pepe Torres, hizo entrega a la pregonera de la tradicional manta de nuestras medianías y el cachorro canario, además de un hermoso joyero tallado en madera. El líder vecinal hizo también un llamamiento a participar en los festejos, que tendrán sus días grandes con la festividad de San José y, por supuesto, el próximo 30 de mayo con la Fiesta de la Lana, cuando miles de personas se acercarán un año más a este pago a celebrar el Día de Canarias.

TEXTO ÍNTEGRO DEL PREGÓN

“En los Altos de Gáldar, teniendo por fondo al imponente Teide, que parece flotar sobre la Atlántida dormida, y arrullado por el susurro de los pinares de Tamadaba, se encuentra el pago de Caideros de San José.

Su nombre sonoro nos trae el eco de la cascada en combinación con el del santo patriarca, en cuya vara se produce el milagro anual del florecimiento primaveral y abrirse los capullos de las morgallanas, allá en las rocas que protegen la antigua ermita del Cortijo de Caidero.

La historia de Caideros es la de Gáldar, y participa de todos los acontecimientos que han jalonado el vivir de nuestro municipio, cabeza de la comunidad histórica del Guanartemato. Sin embargo, este rincón situado a 850 metros de altitud, tiene su historia peculiar, dándole una personalidad dentro de los pueblos de Agáldar”.

He querido comenzar este pregón con estas palabras de nuestro Cronista Oficial don Juan Sebastián López García. Preciosa descripción del barrio por excelencia de las medianías de Gáldar.

Caideros es especial por muchas cosas: por un lado, su situación geográfica a caballo entre la cumbre y el mar, con excelentes vistas. Por otro, Caideros y sus gentes han participado como elemento constituyente de nuestro municipio en distintos ámbitos de nuestra sociedad. Aún quedan restos visibles de un pasado en el que Caideros era referencia por sus afamados telares: estameña, traperas y todos los derivados posibles de esta actividad. Los famosos grupos folclóricos como Los Gofiones o los sancochos visten la estameña urdida en Caideros por María de las Nieves. ¿Cómo no recordar también a Cándida y Lorenza, auténticas madres de la tradición lanera de este pago?.

El aprovechamiento de la lana ovina y las telas más tradicionales han constituido una actividad, ya más que tradicional, que perdura y perdurará por muchos años. Con respecto a las traperas, reseñar que ha trascendido su utilidad pasando de elemento del ajuar familiar a obra de arte, como se ha demostrado recientemente de la mano de un hijo del barrio, Paco López, con una exposición en la Casa Museo Antonio Padrón. Un homenaje a las tejedoras en el Día Internacional de la Mujer Rural, con el título ‘Des-plegar Traperas’.

Pero sin duda, la joya de la corona de nuestras medianías son los quesos: Quesería Cortijo el Montañón con Flora Gil Mendoza; Quesería Cortijo Galeote con Javier González y Tania Rivero; Quesería Lomo El Palo con Coralia González; Quesería Las Mesas con Josefa González; Quesería Palomino con Alfonso Mendoza; Quesería Barranco Chirino con Luciano Ramos; Quesería Cueva Sosa con Felipe Mendoza; Quesería Cortijo de Caideros con Cristóbal Moreno y Benedicta Ojeda; Quesería Artazo con Sara Moreno; y Quesería Saucillo con Anastasia Mendoza. De todas ellas se habló, y con mayúsculas, en el programa de Televisión Española ‘Un país para comérselo’ en el que Juan Echanove decía: “qué tiemblen los quesos franceses”, cuando probaron nuestros riquísimos quesos.

Es muy difícil no tener un pariente cuyas raíces no estén ligadas a esta zona de medianías. Son muchos los apellidos que se repiten por todo el municipio, la comarca o la isla: Mendoza, Moreno, Gil, Jiménez, Rivero, … son algunos de los más habituales.

Es de destacar el carácter bonachón y reservado de nuestros vecinos, frente a una socarronería y un sentido del humor que desarma a cualquiera. Nuestras gentes son grandes sabios de la vida, con gran formación en conocimientos populares y empleando palabras corrientes: ¡no hay quien se las pegue! Tengan cuidado y echen por la sombrita.

Han sabido sacarle a la tierra el sustento de la familia, con su esfuerzo personal y familiar. En esta tierra de gente fuerte, ruda y valiente, a la vez que cariñosa y amable, que ha salido hacia delante con gran perseverancia, inculcando a sus hijos el amor al trabajo y al estudio como medio para poder progresar hacia un futuro mejor.

Sin conocimientos de contabilidad, somos ahorradores, pensando siempre en el día de mañana. Emigrantes de ida o de ida y vuelta, cuando era necesario para conseguir un porvenir con el que salir adelante. Espíritu colaborador del que hoy quedan algunos recuerdos: las juntas para la siega, la apañada de papas, o para la trasquilá del ganado que actualmente se repite en nuestra fiesta de la lana.

No me puedo olvidar del papel fundamental de sus mujeres: madres, esposas, trabajadoras incansables. Ellas son también las grandes responsable de que, con el paso del tiempo, haya ido aumentando el nivel educativo de la zona, con la mirada siempre puesta en nuestro colegio público de Caideros.

De Caideros han salido profesionales de casi todas las ramas académicas, y de los distintos ámbitos profesionales, de los que podemos recordar a los carpinteros: Maestro Pedro Aguiar Molina, Maestro Bartolo Moreno Jiménez, Maestro Paco Jiménez Benítez y maestro José Mendoza Rivero, todos con gran aplicación a sus excelentes trabajos y siempre reclamados por los vecinos que no paraban de requerir su mano de obra.

Poceros, como Floro Guillén, Juan Mendoza, Elías Mendoza, Juan Molina, Francisco González, Pedro Mendoza, Delfín Mendoza y Víctor Moreno, entre otros: siempre buenos maquinistas, picadores, herreros y todas aquellas actividades relacionadas con esta profesión. Panaderos como José Jiménez Sosa, que siguió el camino heredado de sus padres, conocido por todos, no solo en Caideros, sino en todo el municipio, como ‘Pepe el panadero’.

Y todo un sinfín de actividades y profesionales que hunden sus raíces en estas tierras de las medianías galdenses.

Con todo, podemos decir que Caideros es el centro de este microcosmos de las medianías en torno al que giran muchos pagos y barrios: Lomo del Palo, Galeote, Las Mesas, Las Rehoyas, La Herradura, Los Andenes, Palomino, Fagagesto, Montaña Gorda, Las Montañetas, Chirino, Valerón, El Montañón, Tanque de los Muertos, Cueva del Paso, Lucena, La Degollada, El Picachillo, La Hoyeta, El Roquete, Artazo, Maninidra, Mayorga, Los Nogales, El Peralillo, La Almagra, Hoya de los Cardos, Los Helechos, Cueva Sosa, Alamillo, El Inciensal, Saucillo, El Poleo, Pico Viento, Tegueste y Samarrita.

Como centro parroquial es indiscutible su supremacía tanto por su iglesia como por sus patronos: San José, San José del Agua y la Milagrosa. Aquí me bauticé, hice mi primera comunión, me confirmé y me casé. Participamos en las misas y funerales de nuestros seres queridos, uniéndonos aún más a nuestros vecinos.

Como hacemos el día grande en honor a San José. Caideros se levanta ese día algo sobrecogido, nervioso y con una tensa calma.

Los primeros peregrinos ya van llegando. Son aquellos que tienen alguna promesa y quieren cumplimentarla con el santo.

A medida que avanza la mañana, el trasiego de personas va en aumento. Coches y gente caminando. Todos luciendo sus mejores galas y algún que otro “estreno” , que es fecha apropiada para ello.

Volveremos a disfrutar con los vecinos, amigos y allegados, del paseo procesional después de la celebración de la eucaristía presidida por el reverendo d. Roberto Rivero García y acompañada musicalmente por la Agrupación Folclórica “Harimaguadas” de San Isidro, un barrio hermano al que emigraron muchos vecinos de Caideros.

En ese recorrido admiramos una vez más la imagen de San José en su trono, hermosamente decorado por todo tipo de flores, como homenaje al padre de todos los padres y haciendo realidad una vez más lo que dice el villancico: “que siendo diciembre abril floreció” en recuerdo del florecimiento de su callado que apuntó flores ya en diciembre”.

Nosotros a mediados de primavera le haremos un merecido pie de flores: con anthurios, calas, filodendros, y todas aquellas que realcen aún más la belleza de este “cuadro”. Y para culminar el acto en honor a San José, la ofrenda floral del grupo chácaras y tambores “Garajonay” de San Matías.

Pero antes llega el 30 de mayo, día de todos los canarios, en el que vivimos la responsabilidad de escenificar y mantener vivas, año tras año, nuestras más profundas costumbres y tradiciones. Desde muy temprano, nuestro barrio se viste de una forma muy especial, los artesanos van ocupando todo el espacio disponible en los alrededores de la iglesia: madera, barro, lana, licores, telas. Constituye nuestro particular ‘museo vivo’, recuerdo de un pasado donde el arte de lo útil es el protagonista de esta hermosa mañana: nuestra artesanía.

Algún que otro ventorrillo ocupa el poco espacio que queda libre y que matará la sed de los visitantes o mitigará el hambre con algún enyesque hasta la hora de la comida, cuando el gran sancocho tendrá todo el protagonismo.

Nos acercamos al campo de fútbol y allí recordaremos otras actividades propias de nuestra zona. La trilla, una recua de caballos unidos por una inteligente cobra girará en torno a un experto, que irá pisando, desgranando, con sus cascos para separar el grano, recogerlos, y llevarlos al molino o guardarlos para la próxima cosecha, incluso para trocarlos con otros vecinos, bien por cereal o por cualquier cosa que se precie.

Para los más vertiginosos, salto del pastor: actividad pastoril que ha sido conservada bien por los propios pastores o por románticos enamorados que dedican su tiempo libre a ejercitarse y a disfrutar con esta actividad. Vemos a los niños y niñas de las manos de expertos, no pastores, enseñándolos e iniciándolos en esta ancestral actividad.

Para los más inquietos, el juego del garrote: otra actividad que se asemeja en su origen a la del salto del pastor, habiendo sido muy necesaria bien como arma de defensa, o como actividad lúdica, una vez se terminaban las faenas del campo o se asistía a eventos festivos o religiosos.

La cacería ha estado siempre también muy ligada al hombre de estas medianías. Es actividad con varias vertientes: deportiva, complemento alimenticio o incluso como medio de socialización, con grandes competiciones y reuniones. Y hemos podido disfrutar de perros de caza que han alcanzado premios incluso a nivel nacional.

Y la gran protagonista, la trasquilá de la lana: pienso y no creo equivocarme que esta es la actividad que más reclama visibilidad en estas fiestas. En ella confluyen varios elementos que la hacen grande: la traída del ganado, este año le toca al Cortijo de Galeote, Francisco Javier y Tania. Y ya después, con el ganado aquí, la tarea del trasquilado es la parte esencial del acto en el que se reúnen los mejores pastores para llevar a cabo esta actividad que se hace con celo, alegría y no poco esfuerzo.

Podremos ver también al afilador de tijeras, tarea de gran importancia, ya que de ella depende una labor eficiente, con mucho esfuerzo y buenos resultados y que desgraciadamente se está perdiendo.

Disfrutaremos un año más de lo mejorcito que se hace en música de nuestra tierra, acompañados por cuerpos de bailes que nos harán mover nuestras más profundas emociones y nos harán recordar nuestros antiguos bailes de taifas y todo lo que giraba alrededor de esta forma de relacionarse: enamoramientos, pleitos, mandador de turnos de baile, piques de canto, y el papel indiscutible de las madres atentas a los que venían a invitar, a ver si les gustaba o no.

El gran sancocho tradicional en estas fiestas y que nos acerca a la gastronomía de nuestra zona, con sus peculiaridades y diferencias, plato esencial de nuestra cocina, que además tiene gran demanda: papas, mojo, pescado salado, pella de gofio, huevos duros, tortillas con miel, constituyen un almuerzo muy completo.

Aún recuerdo el ambiente casi idílico cuando a la hora de la siesta mis hermanos y yo llegábamos despacito para contemplar el espectáculo de aquellos pájaros: camineros, alpispas, trigueros, capirotes, linaceros, mixtos, que al descubrirnos salían disparados. Estampa ésta que hoy es ya muy difícil de observar.

Más allá, entre las higueras y las zarzas, los mirlos seguían con el trajín de llevar y traer algún canto.

Entre esta plaza y Chirino hilvané mis primeros sueños: la fiesta, la iglesia, los amigos, las tardes de teatro, mi recuerdo favorito, lo agradecía en aquel entonces y lo hago ahora, ya que disfruté de maravillosas representaciones: entre otras, antígona, el divino impaciente, los tres sombreros de copas y algún que otro más costumbrista.

Desde La Enconada hasta Chirino, hago este camino cada vez que necesito apartar mis angustias y recobrar aquellos momentos, aunque solo sea en el recuerdo, de un tiempo feliz. En ese camino recorrido, siempre mis recuerdos son para todas aquellas personas que hicieron posible un Caideros distinto, más humano, más servicial, más entrañable y más acogedor. He querido que, junto a mis palabras, hiciéramos juntos este recorrido fotográfico por Caideros, reviviendo esos momentos desde la mirada nostálgica, de un barrio donde siempre me he sentido acogida.

Aquí nací y de aquí tengo mis mejores recuerdos. No ha habido semana en mi vida que no haya venido a Chirino o no me haya acordado de mis medianías. Hoy pongo este granito de arena en forma de palabras para que las fiestas de San José y la Fiesta de La Lana 2017 se escuchen a los cuatro vientos. Ustedes me han designado esta tarea, y espero haber estado a la altura. Sólo les puedo decir mil veces gracias. No hay mejor palabra para expresar todo lo que esta noche he sentido diciendo este pregón, recorriendo cada rincón y cada recuerdo, viendo las caras de todos ustedes y acordándome de los que ya no están con nosotros.

Hemos recorrido el pasado, pero sin duda, Caideros tiene mucho futuro. El gran potencial de nuestras medianías aún está por descubrir, les invito a seguir luchando por esta tierra que nos vio nacer y que nos ha permitido, con sus frutos, llegar hasta aquí.

Felices fiestas a todos y viva San José de los Caideros de Gáldar.

Muy buenas noches.

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