La V edición de FIC Gáldar se complace en reconocer a Concha Cuetos con la Guayarmina de Honor por su exitosa carrera tanto en televisión y teatro, como en cine. El papel de la farmacéutica Lourdes Cano hizo que la actriz se convirtiese en un icono. De hecho, el 28 de diciembre de 1995 se emitió el último capítulo, de la serie ‘Farmacia de Guardia’ que alcanzó el 62,8 % de cuota de pantalla con 11.527.000 espectadores de media, convirtiéndose en la serie más vista desde la aparición de las televisiones privadas y hasta la fecha.

A pesar de que siempre se la recordará en la famosa botica, la actriz comenzó su dilatada carrera sobre los escenarios y ha ido conjugando la interpretación de cada una de sus facetas cosechando éxitos en todas ellas.

Sus primeros años profesionales estuvieron estrechamente vinculados a televisión. En 1974 hizo su primera aparición en el cine con la cinta ‘Open Season’ de Peter Collinson. Su carrera, en los años ochenta se mantiene en un plano discreto y participa como secundaria en la serie ‘Verano azul’, en la que interpreta a Pilar, la madre de Desi.

A partir de 1986 incrementó su popularidad al protagonizar la serie de enorme éxito `Tristeza de amor’. Tras la popularidad y el reconocimiento que le supuso ‘Farmacia de Guardia’, volvió a encarnar el mismo papel 18 años después, para la película homónima que emitió Antena 3. Más adelante, estrenó la obra de teatro ‘Yo, el heredero’, una comedia con pinceladas dramáticas escrita por el dramaturgo italiano Eduardo De Filippo en la que actuaba junto a Ernesto Alterio, José Manual Seda y Yoima Valdés, entre otros.

Alejada de la televisión en los últimos años, sí, pero Concha ha seguido trabajando. Ha seguido siendo actriz, como desde hace más de cinco décadas. En los últimos tiempos, el teatro ha supuesto su refugio profesional después de pasar por algunas series como ‘Divinos’ (2006) o ‘Cazadores de hombres’ (2008) a las que la audiencia les dio la espalda y las sepultó en el olvido.

Se niega a que se clasifique a los actores por géneros. Ella ha pisado escenarios y ha transitado por las dos pantallas, la grande y la pequeña. Cine y tele. Hoy, la calidad de los productos y la cantidad de espectadores invitan a pensar que la pequeña es ahora la gran pantalla. Por eso se ríe Concha de ese mundo del cine que miraba (y todavía alguno mira) por encima del hombro a los profesionales de televisión.

Le encanta continuar entre cámaras, decorados, platós, guiones… Concha Cuetos sigue joven y lista para la «acción».

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