Las lluvias caídas en las últimas horas en Gran Canaria no solo han regado el campo sin producir daños porque han sido calmadas, sino que han empapado la tierra los suficiente como para que el Cabildo dé por finalizada la temporada de riesgos de incendios forestales, ya que la sequedad la había alargado hasta pleno diciembre con multitud de conatos peligrosos.

Después de semanas esperando agua, finalmente ha llovido en toda la cumbre, norte e incluso ha tocado el sur de Gran Canaria con volúmenes que oscilan entre 10 y 15 litros de zonas como La Aldea o San Bartolomé de Tirajana a los 40 de Teror, y también ha sido importante el volumen de Tejeda.

Uno de los beneficios más esperados es que haga reverdecer la zona afectada por el incendio, que en pocos días empezará a lucir un manto verde que cubrirá la mayor parte de la negrura que dejó el fuego, algo que se podrá comprobar, por ejemplo, en el entorno de la Cruz de Tejeda.

Se trata del tipo de lluvia más esperado por los agricultores y las instituciones ya que es la más beneficiosa, riega los cultivos y mejora el paisaje.

En cualquier caso, la sequedad ocasionada por la falta de lluvias en los últimos siete años hace que la tierra esté demasiado seca y, dependiendo de la cuantía y la fuerza, ocasiona grietas y derrumbes como los ocasionados la pasada madrugada.

Por este motivo, los servicios de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria se mantienen atentos a la evolución del tiempo, sobre todo a que llueva con fuerza y a los vientos, y el personal de Carreteras también permanece preparado para actuar en cuanto afecte a las vías insulares, si bien de momento esa no es la previsión de la Aemet.

Apagón

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, hizo referencia hoy a los apagones que se produjeron la pasada noche con el comienzo de la lluvia y explicó que el máximo responsable de Endesa le comunicó que abrirá una investigación para determinar las causas, si bien le aseguró que no tuvo que ver con las precipitaciones, que de por sí no fueron torrenciales, sino con un problema que se pudo haber producido en cualquier otra momento.

El consejero de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, recordó asimismo que la carretera de La Aldea es sometida a restricciones de tráfico con la temporada de lluvias por los desprendimientos, como el de anoche en Faneque, algo que no se había producido por el gran retraso de las precipitaciones, por lo que no hay que descartarlas según la evolución de la meteorología.

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