Orígenes de la familia Leacock

Esta antigua familia es de origen hugonote parisino, de religión calvinista, emigrados a Londres. Se establecieron en la isla de Madeira por motivos laborales en el año 1741, donde prosperaron notablemente con el comercio del vino y del plátano.

Primer Leacock en Canarias: John Milberne Leacock

John Milberne Leacock fue el primer miembro de la familia que llegó a las Islas Canarias. Llegó a la isla de Gran Canaria allá por el año 1890, según manifestaría su hijo David J. en una entrevista que le hicieron en los años sesenta del siglo XX. John M. Leacock fue la primera persona en el mundo que empezó a exportar plátanos de forma industrial, estando considerado como el “fundador del negocio del plátano en el año 1870”.

Una vez establecido en Gran Canaria, Mr. Leacock comenzó exportar fruta a partir del año 1896. Siendo un hombre muy emprendedor, constituyó en el año 1897 en Londres la sociedad “Fyffe Hudson & Cº Ltd.”, de la que serían directores Mr. Richard Ridpath Blandy, Mr. Henry Wolfson Ossipov, Mr. Edward Cecil Baker y el propio Mr. John Milberne Leacock. En el año 1901 esta empresa se fusionó con la Elder Dempster, creando la compañía “Elder & Fyffes Limited”, empresa que controlaba prácticamente el 100% de las exportaciones agrícolas canarias de la época. Es en el año de 1903 cuando Mr. J. M. Leacock emprende nuevos negocios, y crea ese año una nueva empresa bajo la denominación: “Leacock & Lorenzo”, al asociarse con el vecino de Gáldar, D. Francisco Rodríguez Lorenzo (alcalde de esa ciudad desde 1911 hasta 1922).

Es en el mes de mayo de 1915, en la ciudad de Laussane (Suiza), cuando fallece Mr. John Milberne Leacock, en aquel momento uno de los más destacados comerciantes y empresarios de la comarca norte y de la isla de Gran Canaria.
Hereda todos los bienes su esposa Mary Silence Leacock, quien traspasa todos los de Gran Canaria a su hijo mayor David John Leacock a cambio de renunciar éste a su parte en la herencia de las propiedades que la familia tenía en Madeira.

David John Leacock, origen, formación y familia

• David John Leacock nació el 10 de junio de 1880 en la ciudad de Funchal en la Isla de Madeira. Fue el primogénito del matrimonio entre John Milberne Leacock y Mary Silence Leacock. Tuvo dos hermanos: Edmund y Julien; y una hermana: Mary.
• Visitó por primera vez Gran Canaria en el año 1898 de la mano de su padre J. M. Leacock.
• Estudió Ingeniería Industrial en la universidad inglesa de Cambridge.
• En el año 1914 trabajó como ingeniero en la construcción del Canal de Panamá, donde adquiere grandes conocimientos en hidráulica.
• Se establece en Gran Canaria de forma definitiva alrededor de 1916, al heredar, tras el fallecimiento de su padre, las propiedades que éste poseía en Gran Canaria. Cuando se establece en esta Isla trae a su esposa Jessie Etchells (fallecida en el año 1933), a la que conoció en su etapa universitaria en Cambridge. Jessie Etchells era natural de la ciudad de Marshfield (Inglaterra), y procedía de una familia de intelectuales. Aficionada a la pintura y a las bellas artes introdujo a David J. en el Circulo de Bloomsbury, importante grupo intelectual, literario, artístico y social londinense de ideología liberal y humanista.
De su matrimonio con Jessie Etchells tuvo cuatro hijos, siendo todos ellos criados en su casa de Becerril hasta los ocho años de edad, en que eran enviados a estudiar a Londres:
• Elizabeth Elwyn Leacock. Nació en Londres en 1915. Fue trabajadora social en Brooklyn, Nueva York. Falleció en Nueva York en el año 2005.
• Philip David Charles Leacock. Nació en Londres el 8 de Octubre 1917. Pasó la mayor parte de la II Guerra Mundial con el Servicio de Cinematografía del Ejército inglés y formó parte de la Unidad de Cine de la Corona Inglesa. Fue Director y Productor de Cine y Televisión en Londres y en Hollywood. Falleció en Londres en el año 1990.
• Ursula Smith Leacock Nació en 1920 en Hampstead Garden Suburb, Londres. Escribió junto a Frances Flaherty el libro “Sabu the elephant boy”. La acuarela fue su gran pasión. Falleció en Londres en el año 2006.
• Richard Leacock Nació en el año 1921 en Londres. Filma su primera película a los 14 años, “Canary Bananas”, con una duración de ocho minutos y muda en la playa del Agujero de Gáldar y en otros lugares de la isla. Durante la Segunda Guerra mundial fue fotógrafo de combate para el Ejército de EE.UU, siendo condecorado por ello. Estudió Ciencias Físicas en la Universidad de Harvard. Fue profesor de cine en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) siendo uno de los fundadores de la unidad de cine de la citada universidad. Formó parte del grupo Drew Associates . Está considerado como una de las figuras fundamentales del « cinéma vérité » y del documentalismo americano. Falleció en Paris en el año 2011.
De su matrimonio con Elizabeth Florence (fallecida en el año 1984) tuvo una hija:
• Martha Mary Lyn Leacock Nació en el año 1939 y aún vive.

David J. Leacock, inicios en Gran Canaria

• Cuando comienza a explotar sus fincas, ante la necesidad imperiosa de llevar agua a los cultivos, valiéndose de sus conocimientos como ingeniero comienza a crear su impresionante infraestructura hidráulica. Para eso construye estanques y presas para almacenar agua, y para conducirla importa tuberías de acero desde Inglaterra que instala personalmente. También fue el introductor en Gran Canaria de la tubería de cemento armado centrifugado. Fabrica y construye tubos de conducción de agua de gran calidad en su fábrica de Bocabarranco de Gáldar.
• Vende parte de las propiedades heredadas de su padre en Las Palmas de Gran Canaria y adquiere su amada finca de Matas Blancas en Guía y Gáldar así como terrenos que al Ayuntamiento de Gáldar pone a la venta en San Isidro de Galdar.
• Potencia y diversifica sus negocios y extiende su influencia por casi toda la zona Noroeste de Gran Canaria, fundamentalmente en los municipios de Guía, Gáldar, Agaete, Moya y La Aldea.
• Representa y distribuye el cemento Ferrocote, de endurecimiento rápido.
• Representa y distribuye los afamados motores Ruston.
• Mr. Leacock y Don José Samsó Henríquez fueron, a partir de 1922, los grandes impulsores del cooperativismo agrario (fueron socios fundadores del Sindicato Agrícola del Norte, del que Mr. Leacock fue vicepresidente), y de las importantes mejoras que, paulatinamente, fue experimentando el sector agrícola de la comarca, con la introducción de nuevas técnicas agrícolas y destacadas inversiones y proyectos en obras hidráulicas, tan necesarias para el cultivo del plátano y el tomate.

David J. Leacock, el doloroso exilio

• En el año 1936, debido a sus simpatías con la Republica Española, después de un breve encarcelamiento y una sanción económica (el gobierno franquista no se atrevió a más, debido a las presiones del consulado británico) se tiene que exiliar de Gran Canaria. Se establece inicialmente en Inglaterra, pasando luego al estado de New Jersey en Estados Unidos de América.
• Establecido en Estados Unidos tiene que soportar uno de los períodos más tristes y grises de su vida. La melancolía de la tierra que tanto amaba, solo superada según escribió en sus memorias su hija Ursula “por el recuerdo de su Montaña” y la esperanza de volver a verla.
• Durante el largo y doloroso exilio trabaja como asesor de la Organización de las Naciones Unidas , en proyectos de desarrollo agrícola por todo el mundo, especialmente en Suiza, China, Yugoslavia e Italia
• A pesar de la lejanía y siempre con la esperanza de volver a Gran Canaria controla y emplea todas sus dotes de innovador a través de sus apoderados Federico Ernesto Clark y Francisco Herbert Thomas, y su empresa continúa creciendo, disponiendo para ello en esa época de carpintería propia, talleres mecánicos, fabrica de bloques, almacenes de empaquetado, estanques, pozos, flota de camiones, maquinaria agrícola y cultivos de plátanos, millo, trigo, papas y tomates principalmente.

David J. Leacock, el regreso

• Sería en el año 1964 cuando logra volver a ver su “añorada Montaña”, gracias, entre otros, a la interseción que realiza D. José Samsó Henríquez ante las autoridades de la época. Habían transcurrido 28 dolorosos años.
• Con el objeto de capitalizarse y poder invertir en Gran Canaria vende sus propiedades en Francia.
• Su empresa continúa creciendo, introduciendo nuevos cultivos como la fresa, flores, granjas de pavos, explotaciones de ganado vacuno en estabulación abierta, granjas de cochinos, y otros.

David J. Leacock, sus logros

• La importancia socioeconómica de la empresa fue notable y determinante en la zona, tanto desde el punto de vista económico como social, pues llego a proporcionar trabajo a más de 600 personas.
• Siempre daba trabajo a quien se lo pidiera, se preocupaba por la salud de sus trabajadores (creó el primer consultorio médico de empresa en la zona noroeste, siendo uno de los primeros de Canarias). También fue socio fundador de la Mutua Guanarteme.
• Atendía el pago de sus trabajadores puntualmente, incluso las horas extras y la seguridad social, cuando aún no era obligatoria.
• Fue precursor en las innovaciones tecnológicas de la época. Sus explotaciones fueron de las primeras en hacer uso racional del agua a través de riego localizado. Impulsa la mejora del riego con el uso de la aspersión.
• Procuró mantener la empresa en un ambiente familiar con celebraciones conjuntas de todo el personal.
• Y todo ello sin créditos oficiales que se le negaban, no sólo por su condición de extranjero, sino por su talante democrático.

David J. Leacock, el solidario

• Fue un hombre bondadoso y comprensivo, virtudes por la que era mirado con gran simpatía por todo el mundo.
• Fue socio protector del Museo Canario, ingresando en Marzo de 1934.
• Facilitó de forma gratuita material y maquinaria para la construcción de la piscina del Agujero de Gáldar, realizando el mismo ofrecimiento más el personal necesario durante un mes para la construcción de las piscinas de Roca Prieto en Guía. Asimismo facilitó de forma gratuita el actual solar para el aparcamiento de la playa de Roca Prieto.
• Cedió los terrenos donde se encuentran los túmulos aborígenes de la Guancha en Gáldar, colaborando con la Delegación Provincial de Excavaciones Arqueológicas en la conservación del túmulo de Bocabarranco.
• Antes de fallecer fue su decisión que su cama, especial, casi sin usar, fuera donada al Hospital de San Roque de Guía.
• Existía la cuenta 2212 denominada: “Obras benéficas”, de la cual cada año se sacaba cerca de un millón de pesetas de la época para sufragar obras de ese tipo.
• Participaba con gran entusiasmo en cuantos actos o ayudas se le pedía (Fiestas de las Marías, Fiestas de Santiago de Gáldar, Fiestas de La Virgen de Guía, Cabalgatas de Reyes en Las Palmas, apadrinamiento de niños, etc.)
• Sufragó los costes médicos de muchos de sus trabajadores así como de los familiares, que no podían costeárselo, de forma totalmente desinteresada y altruista.

David J. Leacock, su deseo

Mr. Leacock pretendió con su testamento, realizado el día 18 de Agosto de 1977 a las trece y quince horas, en la Notaría de Arucas, hacer lo que siempre deseó:

Dejar a sus trabajadores lo mejor que había hecho en su vida:
Sus fincas y con ello salvaguardar la integridad de la misma disponiendo en su testamento que a su muerte estas pasaran a 11 herederos de su máxima confianza, en proporción al nivel salarial que venían recibiendo, encargándole a estos la administración de las mismas en régimen de proindivisión.
Ya que pensaba que “la tierra era para quien la trabajaba”.

Solo le legó a su esposa Elizabeth F. Leacock, la casa donde vivió el matrimonio durante tres décadas. También otorgó a su esposa un patio garaje y el almacén maduradero de frutas.

David J. Leacock, su descanso

Sus restos mortales descansan en el cementerio de La Atalaya, en Guía. Quiso que lo enterrasen en la tierra que tanto amó, frente a su querida finca de Matas Blancas y en la falda de su “añorada Montaña”.

Comentarios

  1. Muy buen articulo y muy interesante. Siempre tuve curiosidad por conocer mas detalles de la vida de este personaje que influyo como muy pocos en la historia de nuestra zona noroeste de Gran Canaria.En el fragmento » el regreso» un error: No es interseccion sino intercesion del verbo interceder.

  2. Un personaje muy influyente y destacado, sin duda.
    Por desgracia, en nuestra sociedad solo se le rinde honores a empresarios y explotadores, muy caritativos algunos de ellos, como es el caso. Nunca se recuerda al siempre anónimo trabajador, que es el que ara la tierra, siembra la semilla, y se carga al hombro los frutos de la tierra.
    Los ricos se sienten tan superiores cuando algún pobretón hambriento le pide que, por favor, le de un trabajo «de lo que sea», y luego se les recuerda como buenos emprendedores que «hicieron mucho por nuestra tierra» y los apadrinamos como hijos adoptivos.

    1. Y ¿tú qué sabes si se sienten superiores o no? Es igual de digno el empresario como el trabajador. Pero el que nada tiene es difícil que pueda ayudar a otra persona, que bastante tiene con lo suyo. Ser un gran empresario no es fácil, implica tener visión de futuro y no tener miedo a arriesgarse, cosa que no todo el mundo tiene.
      Lo que está mal es enriquecerse a base de explotar a los demás, pero no es el caso.
      Yo creo que al anónimo también se le honra, véase la rotonda de la Atalaya.

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