Eusebio López González nace en Las Mesas, en Fagajesto, el 5 de marzo de 1926. Hijo de Ildefonsa González y de Santiago López. Que fue pastor y estelero. Conocido entre los vecinos como El Santo de Las Mesas. Gran benefactor para con sus vecinos y colaborador infatigable en la construcción del Templo Parroquial de San José de Caideros.
Eusebio pasó la mayor parte de su niñez ayudando a sus padres en las labores agrícolas, pero siempre con sacrificios buscando el tiempo para ir a la escuela, cuestión ésta que le entusiasmaba, y siempre andaba detrás del ganado con un libro entre las manos, leyendo poesías que todavía aún hoy recita de memoria. En esta pequeña escuela de Fagajesto inicia una educación que poco a poco va formando un caráccter y una determinación que van a ser fundamentales en el desempeño de la actividad a la que dedico su vida: el comercio. En su juventud completó su formación haciendo cursos de contabilidad por correspondencia. Aunque su primer contacto práctico con la actividad comercial tiene lugar cuando entra a trabajar durante algunos años en la tienda de Miguel Jorge, en Lomo del Palo.
En 1949 cuando contaba con 22 años de edad contrae matrimonio en la Iglesia de Caideros, con Generosa Mendoza Mendoza, de 20 años de edad. Nacida en Saucillo e hija de los agricultores Santiago Mendoza y Maria de las Nieves Mendoza. De esta unión han nacido ocho hijos, seis varones y dos mujeres. Todos ellos han podido tener una formación gracias al trabajo generoso y constante de esta pareja, donde Generosa ha jugado un papel ejemplar como esposa y madre porque además de las labores propias del hogar también tenía que atender el negocio familiar.
Recién casados viven en la Cueva Sosa hasta que en 1950 inician la construccíón de su casa en Caideros. Éste es un modesto edificio construido con cantería de Gáldar, de una planta sobre la rasante de la actual calle Alcalde Rosas, donde se localizaría el espacio habilitado para el establecimiento de la tienda. Y otra planta, bajo la rasante de la calle, dedicada a vivienda. Aunque con los años la demanda de espacio para almacén fue invadiendo dependencias de la propia vivienda.
Y es en el año 1951 (hace ahora 63 años) cuando Eusebio inicia su actividad laboral y abre la tienda.
En esa época comparte su actividad con otras pequeñas tiendas de la zona, puesto que hay que recordar que en estos momentos el censo de habitantes en la zona de medianías no se había visto afectado por los posteriores procesos migratorios que fueron despoblando las medianías insulares.
Centrándose la principal actividad de la zona en el sector primario. Por lo que el abastecimiento de otros productos elementales como ázucar, aceite, café,… dependía de la existencia de estas humildes tiendas.
Lo esencial en ese tiempo de la postguerra era sobrevivir o dicho de una forma familiar se trataba de matar al hambre. Por eso, en los primeros años de funcionamiento de la tienda, su actividad fundamental se centra en el repartimiento entre muchos de los vecinos a través de las Cartillas de Racionamiento. Cupo de cartillas que Eusebio obtuvo a través del Delegado de Abastos de la Zona, Juan Mendoza, a quien Eusebio sirvió durante algún tiempo como contable administrativo. A través de las cartillas se efectuaba la distribución de los alimentos considerados básicos como el aceite, el azúcar moreno de Cuba, café y millo.
El trabajo resultaba agotador porque la mercancía había que transportarla en mulos y bestias por los caminos desde los núcleos urbanos de Gáldar o Guía o desde Lomo del Palo que era el punto más próximo donde llegaba la carretera.
Años más tarde, entrados ya en la década de los años 60, con la mejora de las comunicaciones y la llegada de la carretera hasta Fagajesto, bajo el mandato del Alcalde Don Antonio Rosas, Eusebio termina por sustituir el mulo por el camión y entonces los viajes a Las Palmas a por mercancías son auténticas expediciones que ocupan un día entero.
Poco a poco la modesta tienda de ultramarinos se va consolidando y convirtiéndose en punto de referencia y de encuentro entre los vecinos, puesto que durante muchos años simultanea su actividad de tienda con la de bar. La totalidad del local la ocupaba, en ese entonces, un mostrador de madera en donde compartían el mismo espacio la venta de mercancías y el servicio de bebidas.
El abanico de mercancías se extendía más allá de los comestibles y las bebidas y alcanzaba casi todos los sectores, abarcando desde los materiales para la construcción y ferretería, la distribución de gas butano, pasando por el calzado y los sombreros, el menaje y papelería, cocinas de gas, aparatos de radio hasta los piensos, abonos y alimentos para animales, sector éste último que resultó fundamental para el desarrollo de esta zona de medianías.
En la tienda, Eusebio desempeñó también el cargo de corresponsal de la histórica emisora de radio, actualmente desaparecida, Radio Atlántico.
A lo largo del tiempo la tienda de Eusebio siempre fue centro de actividad y servicio. En los primeros años de la década de los 60 se instala la primera centralita teléfonica. Fue éste el primer y único teléfono del pueblo durante muchos años por lo que las noticias buenas y malas entraban y salían del pueblo a través de la tienda de Eusebio.
La vieja tienda con mostrador y estanterías de madera hoy ha dejado paso a un pequeño autoservicio que da continuidad a más de 63 años en su cita diaria con los clientes.
Además de la actividad laboral en su negocio, Eusebio mantuvo siempre una comprometida implicación en el desarrollo del pueblo, participando activamente en el desempeño de diversas labores en los distintos colectivos sociales y culturales. Siendo, entre otras labores, Secretario del Teleclub, Socio fundador y directivo de la Asociación de Vecinos Maninidra. Miembro del Grupo de Teatro, Secretario y fundador del Equipo de Fútbol, Miembro de la Comisión de Fiestas de San José, Colaborador de la Parroquia de San José de Caideros.
Formó parte de la candidatura de Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez para las Elecciones Municipales en la lista encabezada por Don Juan Quesada López.
Desde 1966 hasta 1986 desempeño los trabajos de Corresponsal de la Caja Insular de Ahorros de Canarias. Realizando una ingente labor en la captación de clientes, en la difusión y en la prestación de los diferentes servicios que ofrecía a la entidad, abarcando en su casi totalidad la amplia zona de las medianías de Gáldar.
Sobre su mesa de noche siempre es posible encontrar un libro de poesía, un ejemplar de la Biblia, una foto con Generosa y una imagen de San José.