Por este motivo, la Unidad Operativa de Incendios Forestales (UOFF) de Gran Canaria cree necesario difundir este problema, hace cinco años la primera causa eran las quemas de rastrojos y pequeñas hogueras, gracias a la labor de difusión ha pasado a ser el quinto motivo. Ahora es necesario hacer saber que el primero es el uso de maquinarias en el campo.
El problema es el mismo, el usuario cree que “lo controla”, afirma el inspector Juan Carlos Santana, es la misma frase que introduce a muchas personas en la droga, y en un único día hubo que activar dos veces los servicios de extinción por el uso de maquinarias y frenar a tiempo un incendio, no sin antes tener que sofocar una buena superficie ya quemada.
Esta es una de las ventajas del trabajo de la Brigada de Investigación de Fuegos Forestales (BIFF), no solo dar con los causantes de fuegos intencionados, que este año han sufrido un repunte, ni de pirómanos, que responden a una patología, sino de incendiarios por diversas causas, ya sea la creencia de los ganaderos de regenerar pasto, por conflictos por el territorio o cualquier otra.
La otra gran ventaja es conocer qué está causando tantos incendios para poder incidir en su prevención, lograr llegar al origen ha desvelado que el uso de maquinaria es la primera causa de incendios a pesar de que está prohibido.
Los usuarios que quieran usar su maquinaria, en el campo deben avisar a la UOFF y sus técnicos se acercarán para valorar si las condiciones en las que está el lugar lo permite, y en caso contrario, “si hace falta apoyar, se apoya”, asegura el inspector.
Por todo ello, tanto el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, como el vicepresidente 2º y consejero de Medio Ambiente y Emergencias, Juan Manuel Brito, han pedido precaución e implicación ciudadana, y es que además de poner en riesgo el medioambiente y la población, se pone en riesgo innecesariamente la vida del personal de extinción, un cuerpo de élite para el que no hay rescatadores.
La paradoja de los países desarrollados
Los mejores en extinción forestales son los que fuegos más virulentos sufren, esa es la paradoja que acompaña a los incendios, cuanto menos fuegos hay y antes se logran extinguir peores serán cuando los fuegos superen el límite en el que pueden ser controlados debido al estado de la masa forestal, de ahí la virulencia del acaecido en Gran Canaria en 2007, el mayor de la historia de Canarias, por lo que extremar la precaución es aún más necesario de lo que la población se imagina.
A ello se suma el cambio del uso del campo, explica el analista ingeniero de Fuegos Forestales del Cabildo, Federico Grillo, quien recuerda que hace años se usaba la leña para multitud de fines y la población estaba más radicada en las zonas rurales, lo que hacía que mantuvieran los entornos de sus viviendas y más allá limpios de vegetación inflamable.
Hoy en día la vegetación vuelve a ocupar su lugar, lo que se suma a la falsa creencia de que no se pueden limpiar de vegetación el entorno de las casas cuando es todo lo contrario, 15 metros a la redonda se puede realizar sin solicitar permiso alguno, lo que dará a los técnicos una oportunidad de salvar las viviendas, si no, no podrán ni intentarlo.