La muestra del creador grancanario Jorge Ortega (1968) permanecerá abierta en el mencionado espacio cultural cumbrero hasta el día 12 de febrero, pudiendo ser visitada de lunes a viernes (excepto sábados, domingos y festivos) de 11.00 a 13.00 horas, y de 18.00 a 20.00 horas.
Un texto poético nos invita a acceder en la sala a esta exposición en la que Ortega muestra una serie integrada por una veintena de dibujos realizados sobre caucho. En la sala, el empleo de las citas budistas posiciona al espectador ante una manera diferente de contemplar la obra del creador que nos propone, más allá de lo que los sentidos nos afirman, tomar conciencia del sol, el viento, la brisa, la luz que dio origen a muchos de los motivos pintados y que en muchos de ellos también se contienen dichos elementos naturales.
El trabajo de Jorge Ortega siempre se nos muestra como ese espacio mental amable, de una figuración que nos acoge y que nos envuelve sin que podamos prevenirnos de ella, sintiéndola al final como propia y acogedora. Su pintura se reitera en la contemplación de las imágenes que pueblan sus obras, que median entre nosotros y lo real, y que van construyendo un contexto donde todo es habitable pero a la vez estérilmente limitado. Ortega nos propone en su mirada poética, asumir las alegorías que nos adoctrinan y rodean, como un lugar de poesía y que se articula también como el origen de nuestra identidad.
Unos veinte dibujos se nos presentan en la exposición ‘Muestra una flor, si es cierto, duda’ de una manera libre y directa. “Desdoblando las alegorías que todos ellos encierran y prestando atención plena, captaremos la máxima budista que podemos leer en alguno de ellos”, señala el pintor Jorge Ortega, para quien “no hay imagen a nuestro alrededor que no haya sido corregida, censurada, matizada, repetida”.
Ese mundo de imágenes que propone Jorge Ortega en este entrega ficciona lo real como cultural, siendo su única función reiterar a modo de afianzamiento lo irreal de su veracidad. Dibujos sobre caucho apenas sujetos sobre la pared, para que en su aparente fragilidad, se conviertan en tan permanentes como el lino que de forma habitual Jorge Ortega utiliza para elaborar su pintura.
De Jorge Ortega hemos podido disfrutar desde principio de la década de los 90 de sus numerosos proyectos, expuestos en las principales salas de las islas, como el Centro Atlántico de Arte Moderno, La Regenta, el CiCCA, la sala del CAAM-San Antonio Abad, las salas de arte contemporáneo de Santa Cruz de Tenerife, Los Lavaderos, el Espacio Canarias en Madrid, o en diferentes galerías en Gottingen o Berlín, en Alemania.
Apoyado por diferentes intelectuales como Franck Gonzalez, Carlos Diaz, Clara Muñoz, Antonio Perez, Mariano Santana, Antonio Zaya, Omar Pascual, Manel Clot, Armando Montesinos o Jose Luis Brea, entre otros, el artista ha venido participando en innumerables proyectos colectivos. Situado siempre como pintor hemos podido disfrutar de sus propuestas tanto en óleo sobre lino, facsímiles de libros de dibujo o en obra sobre plásticos y cauchos.