El objetivo de estudiar su adaptación al clima de Gran Canaria para introducir los frutos rojos en el mercado local hortofrutícola y ganar más cotas de autonomía alimentaria, agregó.
Se trata de un programa enmarcado en los proyectos en I+D+i ideados para este año que se realizará en la Finca de Osorio de Teror y en una parcela ubicada en Las Lagunetas de San Mateo, lo que permitirá analizar el comportamiento de estos cuatro frutos en las características climatológicas de ambas zonas.
La Granja del Cabildo comenzará a cultivar este mismo mes las 600 plantas de los también conocidos como frutos del bosque, cuyos beneficios para el sistema cardiovascular con la reducción del colesterol y antienvejecimiento a través de sus propiedades antioxidantes hacen de ellas un producto atractivo para el consumidor.
La experimentación se centrará en el agua, para buscar la cantidad exacta que necesita este tipo de cultivos y evitar su derroche, y en el abono, pues hay que encontrar el que mejor comportamiento provoque y así sacarle el máximo partido a estas plantas de ciclo rápido que producen todo el año y necesitan frío.
El trabajo se llevará a cabo hasta 2018, si bien el próximo año se podrán obtener los primeros resultados sobre la viabilidad de estos cultivos de gran proyección comercial y la oportunidad de diversificar la oferta en Gran Canaria.
Gran Canaria carece de cultivadores dedicados a este tipo de frutos, si bien hay un reducido número de agricultores que han probado a plantarlas, por lo que el trabajo de experimentación del Cabildo contribuirá a mejorar la práctica, detalló Hidalgo, quien manifestó la apuesta de la Institución insular por este tipo de ensayos para implantar cultivos nuevos en la Isla.