La actividad forma parte del ciclo ‘Itinerario en primera persona’ y se enmarca a su vez en la conmemoración del décimo aniversario de la apertura del centro dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, inaugurado el 26 de julio de 2006.
Tejera Gaspar, Catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna, también ofrecerá durante su recorrido guiado detalles sobre la evolución del espacio durante las últimas cuatro décadas y, en concreto, desde finales de los setenta, cuando según sus propias palabras “la primera actuación fue una intervención de salvación”.
La iniciativa ‘Itinerario en primera persona’ propone un acercamiento a este yacimiento y equipamiento cultural desde puntos de vistas distintos pero, sobre todo, personales, estableciendo un diálogo entre presente y pasado a través de la experiencia vivida por diferentes profesionales en el citado enclave.
En su caso, Tejera Gaspar mantuvo una estrecha relación con este enclave arqueológico desde el año 1979, cuando ejercía como inspector provincial de Arqueología y tenía a su cargo yacimientos tan importantes como la Cueva Pintada, Tindaya (Fuerteventura) o El Julan (El Hierro).
“Me encontré con problemas que eran evidentes. Se trataba de una Cueva Pintada en parte desatendida y con muchas dificultades de conservación. Además, y salvando las distancias pero para contextualizar el momento histórico, coincidía con los debates sobre el cierre de la Cueva de Altamira por los problemas de conservación y exceso de visitas”, recuerda el profesor.
“En la Cueva Pintada había por aquel entonces muchas humedades y un calor excesivo por el sistema de cierre empleado, así que había una serie de actuaciones que había que acometer de inmediato. Lo más grave era que el propio soporte se caía”, explica. Se trataba de un fenómeno que también se sufría en los yacimientos de Pompeya, en Italia.
Tejera Gaspar señala que a mediados de la década de los ochenta, tras el traspaso de las competencias a la Comunidad Autónoma de Canarias en materia de Patrimonio Histórico en 1984, se produjo un giro a mejor que se acentuó con la labor de concienciación del historiador Celso Martín de Guzmán “y luego con el profesor Jorge Onrubia”.
Bajo el punto de vista de Tejera Gaspar, “está muy bien utilizado el nombre de Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, porque todo el ámbito es absolutamente extraordinario aunque sea la Cueva Pintada la que lo define y vertebra”.
Antonio Tejera Gaspar es también miembro de la Academia Canaria de La Lengua, fue designado Premio Canarias de Patrimonio Histórico 2011 y se ha caracterizado por mostrar siempre una visión crítica a la hora de investigar a los antiguos pobladores del archipiélago. Es un profundo conocedor de los últimos 1.500 años de la historia insular.
Ha escrito o coescrito más de cuarenta libros sobre el pasado de Canarias, sus pobladores y orígenes, modos de vida, creencias religiosas y enterramientos y organización social, así como varias cartas arqueológicas. Es también Doctor en Filosofía y Letras (Universidad de La Laguna) y ha sido profesor de distintas asignaturas de Historia Antigua y Prehistoria.
Asimismo, ha participado en numerosos proyectos de excavación arqueológica, tanto en Canarias como en Huelva, Sevilla y Córdoba. Entre los más significativos se encuentran San Marcial del Rubicón (Yaiza, Lanzarote); el estudio de los grabados rupestres de Lanzarote; las investigaciones arqueológicas submarinas en Tenerife y Lanzarote; las investigaciones arqueológicas en Zonzamas (Teguise, Lanzarote) y el estudio de los grabados rupestres de Fuerteventura. A todo esto hay que sumarle un extenso listado de ponencias en cursos, seminarios, congresos y jornadas especializadas, tesis doctorales y licenciaturas dirigidas.