La intervención de Fatás se encuadra en la programación especial con motivo del décimo aniversario del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, centro dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria. Además, el evento estrecha todavía más los lazos entre dos centros ‘hermanados’ gracias a la exposición ‘El largo viaje… De Altamira a Cueva Pintada’. Esta muestra exhibe en Gáldar, hasta el 16 de octubre, 84 piezas paleolíticas procedentes de Altamira. Simultáneamente, uno de los pabellones del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira expone hasta la misma fecha 62 elementos prehispánicos.
Durante su conferencia, titulada ‘La gestión integral de la Cueva de Altamira como Patrimonio Mundial’, Pilar Fatás recalcará que la cueva de Altamira supone uno de los paradigmas del arte rupestre paleolítico europeo y, por lo tanto, del primer arte de la Humanidad. El espacio está inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1985, tras la ratificación por parte de España de la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972). En aquel momento se estimó que el arte de Altamira reunía todos los temas y técnicas del arte paleolítico, así como una serie de características plásticas artísticas en grado de excelencia.
Fatás situará a los asistentes en el espacio y en el tiempo para poder calibrar la importancia de la llamada ‘Capilla Sixtina’ del arte rupestre. Los bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos encontrados en Altamira fueron pintados y grabados durante los milenios que la cueva de Altamira estuvo habitada, en un periodo comprendido entre hace 36.000 y 13.000 años.
La directora de Altamira resaltará que a la espectacularidad de su arte se suma la sorprendente historia de su descubrimiento, pues a la cueva de Altamira le corresponde el privilegio de ser el primer lugar donde se identificó el arte rupestre paleolítico. “Se entiende así el interés que generó durante el siglo XX y la gran demanda de visitas que, por masiva, llegó a poner en riesgo la conservación de la cueva”, recuerda.
Dicha situación forzó el cierre de la cueva a la visita pública en 1979 y la creación del Museo Nacional y Centro de Investigación como instrumento para la gestión de la cueva, su investigación y conservación, con fines de conocimiento, educación y disfrute público. “Desde 1982 la visita a la cueva siempre ha estado limitada y controlada, primando la conservación sobre su explotación turística, y desde el Museo se ha trabajado en la gestión integral de su investigación, conservación y divulgación”, explica Fatás.
CONOCER, COMPRENDER Y DISFRUTAR. En este sentido, Fatás destaca que el acceso limitado a la contemplación de la cueva es hoy suplida por el acceso al conocimiento y disfrute cultural de Altamira a través de la principal propuesta del Museo: la exposición permanente ‘Los tiempos de Altamira’, que incluye la reproducción tridimensional de la cueva, la Neocueva. “El nuevo Museo, inaugurado en 2001, es un proyecto de éxito que recibe una media anual de 250.000 personas y, sobre todo, cumple con las expectativas de los visitantes de conocer, comprender y disfrutar de Altamira”, manifiesta su máxima responsable.
Pilar Fatás Monforte fue subdirectora del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira desde 2001 hasta su designación como directora en julio de este año. Pertenece al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos del Estado desde 1999. Es Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza en las especialidades de Historia del Arte y Ciencias de la Antigüedad. Posee el Postgrado en Gestión del Patrimonio Cultural y es licenciada en Antropología Social y Cultural por la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
En el ámbito de la gestión cultural, además de su trabajo para Altamira en estos últimos 16 años, ha sido asesora de diversos proyectos, entre los que destaca su trabajo para el Centro Cultural de España en México en 2002. Actualmente, sus líneas de investigación se centran en el Arte rupestre y los primeros pobladores de Paraguay y el arte rupestre de estilo de pisadas de América del Sur, como parte de un proyecto de cooperación científica y cultural liderado por el Museo de Altamira. Ha pronunciado conferencias y participado e impartido cursos y congresos sobre arqueología, gestión cultural, museología, gestión turística de recursos patrimoniales y puesta en valor de entornos arqueológicos.