El pasado 4 de agosto se abrieron al tráfico los dos carriles en dirección a la capital grancanaria y se podrá circular también en dirección norte tras culminar un proceso de expropiación en la zona del Lomo de Arucas. Este tramo se encuentra enmarcado en el Convenio de prefinanciación entre la Comunidad Autónoma de Canarias y Cabildo de Gran Canaria.
La consejera regional, Ornella Chacón visitó ayer la obra junto al vicepresidente primero del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, y los alcaldes de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y de Arucas, Juan Jesús Facundo. Chacón destacó que “la apertura supone un alivio para la gente que se desplaza desde los municipios del Norte hacia la capital, sobre todo por el tiempo, ya que se disminuye en mucho más de la mitad”. También recordó que “aún faltan dos kilómetros hasta completar la Fase IV, el tramo entre Arucas y la GC-2, que permitirá también a los residentes en municipios como Gáldar, Guía o Agaete, utilizar esta vía para comunicarse con el Sur y desahogar la entrada de vehículos por la capital en la zona de los túneles de Julio Luengo”.
El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo quiso resaltar “el trabajo conjunto que han desarrollado tres instituciones, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias, para hacer frente a los incumplimientos del Estado en materia de carreteras y sacar adelante proyectos que llevaban más de cuatro años paralizados”. Hidalgo recordó que “hace un año la situación era una obra parada y uno de los accesos a la GC-3, el ramal de Piletas, cerrado como consecuencia de su hundimiento. En ese momento, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ofreció recursos al Cabildo vía convenio con la Comunidad Autónoma y hoy, la realidad es que estamos inaugurando esta autovía y que el ramal de Piletas se puso en servicio en apenas un mes. A pesar de eso, el Estado sigue incumpliendo y el dinero sigue sin llegar”.
Ángel Víctor Torres, vicepresidente primero del Cabildo de Gran Canaria, también quiso hacer memoria y se remontó al año 2005 “cuando los vecinos del Norte, con sus diez alcaldes, salimos a pedirle al Gobierno de Canarias, al Cabildo y al Gobierno del Estado, la modificación del Convenio de Carreteras para que incluyera la IV Fase de la Circunvalación y la carretera de La Aldea como obras prioritarias”. Torres recordó que “un año después, la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, el Gobierno central se hizo eco de aquellas reivindicaciones y se incluyó como tal.
Han pasado 10 años, muchos, pero sin duda este jueves se abrirá un túnel que han estado soportando más de 150.000 personas que se han visto alejadas de la prosperidad, y que ahora estarán mucho más cerca de la capital”. El también responsable insular de Infraestructuras no quiso dejar pasar la oportunidad de reclamar al Estado la deuda que tiene pendiente con Canarias, “hay un nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que tiene una tarea inmediata, reponer las partidas desaparecidas del convenio, más de 700 millones de euros, para que la IV Fase se pueda terminar, porque se abre incompleta. Que cumpla con lo que firma”.
Juan Jesús Facundo mostró también “satisfacción en parte, en un 50% ya que es un avance que esta infraestructura abra, pero también seguiremos con la reivindicación que afecta a nuestros vecinos, las dos pasarelas peatonales para Santidad y Cardones, y que se han solicitado al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdecan). Quiero felicitar al equipo de Obras Públicas por su trabajo y seguiremos ofreciendo nuestra colaboración para que en el futuro llegue el dinero necesario para completar la vía hasta la GC2”.
El acceso a esta nueva vía, con límite de velocidad de entre 80 y 100 kilómetros/hora, se realiza desde la GC-20, que une Arucas con la GC-2. Los vehículos procedentes de Arucas lo hacen por un ramal que comunica directamente con la nueva vía, a la altura de las dependencias del Consorcio de Emergencias (p.k. 2,500); mientras que los que circulen en el sentido contrario, -dirección Arucas-, se incorporan desde una glorieta provisional situada a la altura del barrio de El Hornillo. También existe un enlace en la zona de Santidad-Cardones, a la altura de la fábrica de galletas Bandama.
El nuevo trazado beneficia fundamentalmente a los habitantes del municipio de Arucas y también a los que proceden de municipios limítrofes como Teror, Moya, Valleseco o Firgas. También a los habitantes del norte -Agaete, Gáldar o Guía-, que ya no tendrán que llegar a Las Palmas de Gran Canaria si su destino es la GC-1 o el sur de la isla.
La obra completa de la IV Fase salió a licitación a principios de marzo de 2007 por un presupuesto máximo de 105.749.488,45 euros, y un plazo de ejecución de 42 meses (2011). Fue adjudicada a principios de noviembre del mismo año por un presupuesto de 91.103.184,30 euros. De esa cantidad, a día de hoy se han certificado 94,5M€. El presupuesto vigente a fecha de hoy es de 115.058.379,31 euros.
Estos 4,5 kilómetros forman parte de los 6,8 que abarca la IV Fase, por lo que sólo quedarían pendientes unos dos kilómetros para enlazar con la GC-2, donde se sitúa el final de la obra. Se trata de una vía con dos calzadas de dos carriles cada una, sin contar la longitud de los ramales de conexión y de las vías auxiliares. El cálculo aproximado cuando se ponga en servicio la totalidad de la carretera es de unos 40.000 vehículos diarios.
Los retrasos en la obra se producen como consecuencia de las políticas de recortes llevadas a cabo por el Gobierno de España durante la última legislatura, que incumplió con las cantidades recogidas en el Convenio de Carreteras Canarias-Estado. Entre 2012 y 2015, Canarias debería haber recibido 859,5M€, sin embargo solo han llegado 232,11M€, un incumplimiento del 73% de lo acordado. El Estado le debe a Canarias 628,39M€, además de los 80M€ por sobre costes (revisiones de precios) y 393,7M€ que ha aportado el Gobierno de Canarias de fondos propios.