El Cabildo de Gran Canaria ha finalizado los trabajos de impermeabilización y de refuerzo de la cubierta en la presa del Conde, una de las más antiguas de la Isla, en la que el Consejo Insular de Aguas ha instalado más de 4.500 metros cuadrados de geomembrana para garantizar que no se produzcan pérdidas de agua en el Barranco del Calabozo de Guía.
Esta importante actuación ha tenido un presupuesto de más 180.000 euros para unos trabajos que también incluyeron la colocación de más de 2.200 metros cuadrados de malla en el techo que servirán para reforzar la cubierta y aminorar la pérdida de agua por evaporación solar. Además, la obra fue aprovechada para instalar contadores que van a mejorar la gestión de la entrada de agua y su distribución, explicó el consejero de Soberanía Alimentaria y Sector Primario, Miguel Hidalgo.
Esta instalación hidráulica está gestiona por el Consejo Insular de Aguas tras un acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de Santa María de Guía. El agua que puede llegar a almacenar esta presa se distribuye al sistema de regadío para abastecer a los agricultores de la comarca, que se dedican al cultivo del plátano, aguacates, cereales de secano y hortalizas, entre otros.
Con estas obras de impermeabilización, el Cabildo quiere garantizar la capacidad de almacenamiento de estas instalaciones, mejorar la regulación de los recursos disponibles para hacer frente a las necesidades de abastecimiento y aumentar la calidad de los cultivos al tiempo que se incrementa la rentabilidad de las explotaciones agrícolas de cada comarca.
La presa del Conde o del Calabozo, construida en 1952, se encuentra incluida en el Catálogo de Grandes Presas de Gran Canaria por sus 30 metros de altura y su capacidad para almacenar hasta 300.000 metros cúbicos. Se encuentra en el Barranco del Calabozo, a casi 400 metros sobre el nivel del mar, aunque «aguas abajo, el barranco cambia de nombre por el de Valerón», recuerda el libro de Presas de Gran Canaria.