La previsión del comportamiento de la mancha de gasoil que se produjo anoche tras la colisión de un barco de la Naviera Armas contra el muelle Nelson Mandela de la capital grancanaria es que se evapore entre hoy y mañana, tal como informaron el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós.
El vertido fue de unos 60.000 litros, la mitad pudo ser recogida de forma mecánica y la otra mitad está siendo batida con las hélices de tres barcos de Salvamento Marítimo para propiciar la evaporación de la mancha de este combustible ligero y volátil, explicaron en una comparecencia en la que también intervinieron el alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra.
La mancha se mantiene en la bahía capitalina y poco a poco se ha ido dispersando, de manera que alcanza unos tres kilómetros de largo y 500 metros de ancho, aunque menos de la mitad es combustible y además apenas alcanza un grosor de un milímetro.
Todos los representantes institucionales se congratularon de la ausencia de daños personales y del alto grado de coordinación, implicación y lealtad institucional que se produjo desde el primer momento, lo que ha permitido afrontar con éxito una situación que pudo ser mucho peor y en la que también acompañó la suerte.
Así, Capitanía Marítima activó a las 23.00 horas el Plan Marítimo Nacional, el Gobierno canario declaró a las 01.30 horas a la situación de emergencia nivel 1 de su Plan Específico de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Canarias y convocó una reunión de emergencia de las instituciones y cuerpos de seguridad implicados que se celebró a las tres de la madrugada.
En este encuentro, este nivel de emergencia regional pasó a nivel 2 o insular y a ser coordinado por el Cabildo de Gran Canaria a las seis de la mañana, cuando avisó al resto de los ayuntamientos para que también estén alerta ante un comportamiento de la mancha distinto al esperado, si bien no es previsible que toque costa antes de que se evapore y, en cualquier caso, habría entre dos y tres mil voluntarios formados para actuar si fuera necesario.
En un primer momento se desconocía el alcance de la mancha, así que la primera medida preventiva fue parar la desaladora de agua de Jinámar, aunque a las 7 de la mañana se comprobó que no estaba afectada ni era previsible que lo estuviera y se volvió a poner en marcha, de manera que apenas una veintena de vecinos notó el corte de suministro, ya que además se produjo por la noche.
En cualquier caso, Telde está preparada para suministrar a esta población si hiciera falta porque sus desaladoras no toman agua directamente del mar, sino de pozos por filtración.
En cuanto al destrozo en el muelle, su reparación durará unos seis meses y tendrá un coste de unos dos millones de euros, si bien todos coincidieron en que los daños materiales, tras los personales que se pudieron producir, no eran destacables.
El presidente canario y grancanario, la delegada del Gobierno en Canarias y el resto de las autoridades mantuvieron una reunión de coordinación y evaluación durante las primeras horas de la mañana, tras lo cual se produjo la comparecencia para informar a la población y se trasladaron al puerto para conocer de primera mano los daños.