El Cabildo de Gran Canaria ha aprobado en Consejo de Gobierno el proyecto técnico para el acondicionamiento y mejora de la carretera de Teror (GC-21) con un presupuesto de 6,5 millones de euros, informa el consejero de Obras Públicas e Infraestructuras, Ángel Víctor Torres.
Las actuaciones previstas se desarrollarán en el tramo desde la glorieta de conexión con la urbanización de Ciudad del Campo hasta el comienzo del nuevo viaducto de Teror, en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Teror.
“Después de décadas de espera por fin hemos dado luz verde a un proyecto fundamental para el municipio de Teror y las medianías de Gran Canaria”, subrayó el también vicepresidente primero.
Las obras, que comenzarán en 2018 tras el proceso administrativo de licitación y tienen un plazo de ejecución de 12 meses, incluyen el ensanchamiento de la calzada hasta alcanzar 6 metros mediante la ejecución de desmontes o muros de contención y la pavimentación de los arcenes en todo el recorrido, además de la mejora del trazado en tramos conflictivos.
“El ensanchamiento de la vía y la mejora del trazado en determinados puntos proporcionará mayor visibilidad y dotará de seguridad a la vía”, agregó Torres.
Asimismo el proyecto contempla la ejecución de intersecciones en la conexión de la vía con el acceso a San José del Álamo (GC‐211) y en la conexión con el barrio de Las Mesas, para evitar las retenciones de tráfico y solucionar problemas de visibilidad y el giro de las guaguas.
También se reforzará el firme en todo el tramo de la actuación, con la reparación previa de algunas zonas; se sustituirán barreras de protección para igualarlas en todo el tramo, y se mejorarán la señalización y el balizamiento de la vía, con la sustitución de los elementos defectuosos.
El proyecto incluye también la mejora del drenaje con la ejecución de cunetas en todo el tramo y la adaptación y limpieza de las ya existentes, y la ampliación del puente de Miraflor, actualmente con un ancho de calzada que dificulta el paso simultáneo de vehículos pesados en ambos sentidos.
Las actuaciones obligan a la eliminación de cierto número de árboles situados al borde de la calzada y otras actuaciones de podas y trasplantes para mejorar la seguridad.
A la vez, y como compensación, la Consejería de Obras Públicas ha realizado un estudio medioambiental que se ha incluido en el proyecto técnico, que modifica en algunos puntos el trazado al objeto de preservar árboles de mayor porte y otras medidas compensatorias como actuaciones de reforestación que se realizarán durante el desarrollo de la obra.
“Ejecutaremos el proyecto con el menor impacto medioambiental posible, con la eliminación de la arboleda imprescindible para lograr una carretera segura para los habitantes y visitantes de Teror, que cumpla con la Ley de Carreteras, y que evite el despoblamiento y permita el desarrollo económico del municipio”, concluyó Torres, quien recordó que la carretera de Teror registra una media diaria de 1.044 vehículos, según datos del año 2015.