El motivo no es otro que el de dejar claras varias cosas al respecto de lo sucedido tras finalizar el partido de vuelta de la promoción de ascenso a cadete preferente.

Ambos clubes presentan un expediente limpio en lo que a incidentes se refiere, siendo el club norteño pionero en Canarias en poner en marcha el proyecto «Fútbol sin violencia» (de lo que ningún periódico habló nunca) y teniendo el club capitalino, en su reciente historia, un comportamiento ejemplar.

Ambos presidentes condenan y lamentan lo ocurrido, que obviamente se escapa en casi total medida a las manos de los clubes. Pero la forma de actuar por ambas partes fue la correcta, intentar disolver el conflicto y, sobre todo, retirar a los jugadores de los equipos de todo el tumulto. Eso se hizo desde un primer momento.

Entendemos que lo que ocurrió despues, ni el Sardina CF, ni el Santos FC, ni ningún equipo del mundo podría haberlo evitado. Para ello los clubes necesitamos que nuestros aficionados se conciencien de cuál es y cuál no, el camino correcto para que la violencia desaparezca del deporte, el fútbol en este caso.

Dejar claro que pese a no ser obligatorio, el club local presentó en documento de la fuerza pública debidamente cumplimentado y en las administraciones competentes.

Sí que nos ha molestado a ambos el tratamiento que se le ha dado a la noticia, enfatizando y magnificando, creemos que de manera desmesurada lo ocurrido.