El hallazgo en la última excavación arqueológica realizada en la Cueva Pintada de ocho burgaos decorados de características realmente singulares ha sacado a la luz un género de piezas que desvela una concepción estética que va más allá de lo hasta ahora conocido en el mundo prehispánico insular y que destaca por implicar un trabajo artesano de una sutileza inédita.
Lograr la decoración de estos burgaos exige una destreza técnica que desposee a la pieza de su superficie para mostrar el nácar, dejando al descubierto una delicada estética que podría ser calificado de filigrana, explicó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la presentación de este hallazgo producido en el transcurso del IV Campus de Arqueología Cueva Pintada en julio.
Tanta es la precisión que se exige, que los expertos que han abordado en el presente la tarea de imitar la técnica utilizada por los antepasados y antepasadas de Gran Canaria tan sólo lo han logrado con la ayuda de un bisturí.
Esta decoración diferencia claramente estos burgaos de los encontrados en este centro del Cabildo en campañas anteriores, caracterizados por incisiones que van trazando motivos lineales y geométricos en la superficie de la última espira o vuelta que muestran variadas composiciones, algunas muy simples y otras de mayor complejidad.
Sin embargo, en estas ocho piezas la decoración realizada precisa gran precisión para eliminar las capas superficiales del molusco para dejar visible el nácar en la mayor parte de la concha. De forma intencional, a medida que se trabaja la superficie, también se va dejando una línea de esa capa externa, la que recorre la sutura entre dos espiras o vueltas, dando la impresión de un pequeño cordón que recorre la pieza de forma sutil.
El ejemplar más llamativo es, sin duda, uno de forma cónica, de dureza y tamaño considerable, que fue trabajado de forma concienzuda y posee un intenso pulido. Al día siguiente del impactante hallazgo se recuperó un ejemplar casi “gemelo”, de menor tamaño pero de idéntica ejecución. Un mismo diseño, una misma factura que habla, con toda probabilidad, de una misma mano artesana.
Morales recalcó junto al consejero de Cultura, Carlos Ruiz, que estos descubrimientos confirman la importancia del legado prehispánico y ayudan a comprender las dinámicas sociales que tenían lugar en el antiguo poblado de Agáldar. En esta línea, puso de manifiesto la necesidad de seguir apoyando la investigación para ahondar en el conocimiento y la difusión de este saber entre la ciudadanía.
En cuanto al registro completo del material recuperado, ascienden a 187 nuevos registros clasificados en función del tipo de material: cerámica (principalmente prehispánica aunque también hay fragmentos de cerámica colonial) y entre la cual destaca una pintadera triangular, así como restos de fauna terrestre, marina y malacofauna, además de elementos variados de industria lítica (tallada y pulimentada) y algunos elementos metálicos.
Alumnos y alumnas de varias universidades
La campaña de excavación arqueológica de 2018 en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en Gáldar fue llevada a cabo en la estructura 61 y dio continuidad a los trabajos realizados durante las campañas emprendidas desde 2013 en este yacimiento arqueológico.
El trabajo de campo se realizó del 16 al 28 de julio, a lo que habría que sumar las dos primeras semanas de agosto, dedicadas exclusivamente al estudio y procesado de material recuperado, en el que participaron una decena de estudiantes de seis universidades españolas, incluidas las dos canarias.
Hasta la conclusión de esta campaña se desconocía la relación existente entre los dos espacios principales de la estructura 61. Uno de los frutos del trabajo de este año ha sido precisamente la confirmación de que sí fueron ámbitos conectados, lo cual ha permitido delimitar el espacio total conservado de esta estructura.
En la línea de alimentar la dimensión pública y volcada de manera decidida en la ciudadanía, los registros de esta última campaña también se incorporarán al Sistema de Información Arqueológica y Patrimonial, que dotará al Museo y Parque Arqueológico de un completo sistema documental y, además, de un portal web al que podrá acceder la comunidad científica y por el conjunto de la población.