La nueva era del legado de los aborígenes de Gran Canaria como Patrimonio Mundial ha comenzado sin apenas amortiguar las emociones por su declaración porque el Cabildo ya está inmerso en el trabajo necesario para legarlo en las mejores condiciones a las generaciones venideras no solo de la isla, sino del planeta, pues el reconocimiento de la Unesco implica que su valor ya no es insular, sino global.
Así lo expresó hoy el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, junto a la consejera de Turismo, Inés Jiménez, y el coordinador del expediente de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, José de León, así como de los alcaldes de Artenara, Jesús Díaz, Tejeda, Francisco Perera, Gáldar, Teodoro Sosa, y la alcaldesa de Agaete, María del Carmen Rosario, en un acto que contó con parte del personal que ha trabajado en la propuesta con tal implicación que siguen impresionados por la noticia.
“Han sido momentos de alegría, cohesión, arraigo y sentido de pertenencia, no esperábamos esta respuesta de la sociedad”, exclamó orgulloso Morales.
“Cuando estemos caminando por Artenara, Tejeda o los altos de Gáldar y Agaete, cuando veamos el Roque Nublo y el Bentayga, sabremos que estamos en un espacio Patrimonio Mundial, 18.000 hectáreas que están en este momento a cargo del mundo, tenemos la obligación de conservarlo, pero son también responsabilidad del planeta”, agregó el presidente, quien recordó que cada dos años el Cabildo dará cuentas de su trabajo a la Unesco.
Solo en cuatro años, todo un récord
La media de años desde que arranca una propuesta de estas características hasta que logra la inscripción es de diez años, sin embargo Gran Canaria lo ha logrado en apenas cuatro, por lo que tras rememorar en un vídeo el momento de la declaración, el agradecimiento al plenario y el tañido de las lapas de José de León, lo que generó el efecto de que a los aplausos de la Unesco se unieran los del público del patio del Cabildo, llegó el momento de los agradecimientos.
Desde la población que se sumó desde el primer momento, a los cuatro ayuntamientos, al Gobierno de Canarias que trabajó para atraer a Gran Canaria el Comité Nacional de Patrimonio Histórico que declaró Risco Caído candidata española e hizo de interlocutora con el Estado, al Gobierno estatal que se entusiasmó con la propuesta y elaboró una importante labor diplomática, a los dos responsables insulares de Cultura desde que surgió el sueño, Larry Álvarez primero y Carlos Ruíz después, a los responsables técnicos, Cipriano Marín, José de León y Julio Cuenca, así como al centenar de personas que ha intervenido, trabajado, asesorado… a todos les brindó su enorme gratitud el presidente y la consejera. “Nos hemos sentido muy arropados”, expresó Morales.
El centro de interpretación, el sábado
Aparte de rememorar el momento, el acto tenía como objetivo hablar de futuro, por lo que el presidente anunció el inmediato inicio del trabajo de esta nueva etapa, ya que la declaración marca un nuevo inicio.
El próximo sábado será inaugurado, para su plena puesta a disposición de la ciudadanía, el centro de interpretación de Artenara, donde también será instalada la neocueva de Risco Caído, es decir una réplica exacta 1:1 que permitirá disfrutar de legado y quitar presión a la original, que no tiene la capacidad de carga que genera su existencia. En cualquier caso brindará igualmente la experiencia de su efecto de luz, pues no solo será idéntica, sino que la construye una de las mejores empresas del mundo y que ya ha hecho réplicas, por ejemplo, de vestigios del viejo Egipto.
El Cabildo mostrará el sábado también el impresionante espacio reservado para esta neocueva, aunque la previsión es que antes de final de año, seguramente en noviembre, esté disponible para ser disfrutada.
Morales ha presidido estos últimos cuatro años una reunión de coordinación mensual, una dinámica que proseguirá con la primera reunión tras la llegada desde Azerbaiyán, convocada para el próximo lunes, y en las que una de las cuestiones en las que trabajará será la fórmula para integrar la Reserva de la Biosfera en la nueva fundación para la total coordinación de las acciones.
Asimismo, anunció que el centro de gestión de Tejeda será inaugurado las próximas semanas y se sumará así al centro de interpretación del Bentayga, ya abierto al público, de hecho ayer registró colas, apuntó el alcalde de Tejeda.
Precisamente la capacidad de carga del ámbito será una de las cuestiones que será objeto de estudio, mientras que otra línea de trabajo será la elaboración de un exhaustivo inventario de los bienes, cuevas y vestigios del enclave.
Además serán impulsados los proyectos para los nuevos parques arqueológicos del entorno, que también contará con propuestas para la incentivación del desarrollo ganadero y agrícola con especial atención a los recursos hídricos.
“Creernos que tenemos un valor impresionante”, una de las claves
La clave de futuro está en “creernos nosotros mismos que tenemos un valor impresionante”, apuntó aún “añurgado” José de León, quien subrayó que esta nueva senda es en realidad un compromiso “con la gente de la cumbre”, con Víctor el Arriero sin ir más lejos, pues gracias a su mula se pudo actuar en el entorno de Risco Caído.
“Se trata de un momento histórico para nuestro municipio”, apuntó la alcaldesa de Agaete, quien hizo referencia a otras riquezas patrimoniales ubicadas en este territorio norteño, como el ingenio azucarero o el Yacimiento de Maipez, y ahora el Hornillo y Vizvique declarados Patrimonio Mundial.
“Que nos reconozca la humanidad nos ha levantado el alma”, aseguró por su lado el alcalde de Gáldar, quien consideró que uno de los objetivos de la nueva andadura es lograr una calidad de vida para los residentes en la cumbre similar a la de cualquier otro punto de la isla.
El agradecimiento del alcalde de Artenara fue primero a los aborígenes que trabajaron la cumbre y a los no tan lejanos ancestros, los abuelos y abuelas que tanto lucharon en el centro de Gran Canaria, y se sumó a la apuesta por aprovechar la oportunidad para trabajar contra el despoblamiento y el envejecimiento para que la cumbre reviva.
El regidor de Tejeda, finalmente, también coincidió con que el inicio de la nueva etapa está llena de retos para que el reconocimiento no sea “flor de un día” sino todo lo contrario, un punto de inflexión que revitalice la cumbre con el compromiso de preservarla en las mismas condiciones como mínimo otros 1.500 años.