La selección de piezas reunidas en esta muestra propone una aproximación a los nuevos rumbos que en los últimos años está tomando la obra gráfica, a partir de la lectura de diversos trabajos formulados por artistas que trabajan en la Isla en torno a una de las manifestaciones pictóricas con más tradición en la historia del arte: el grabado.
Es la quinta ocasión que esta exposición se exhibe en 2014 dentro del Circuito Insular de Artes Plásticas Gran Canaria en Vivo, que el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, que coordina Larry Álvarez, impulsa con carácter itinerante por los municipios de la Isla.
Tradicionalmente, los artistas han captado el universo visible, plasmándolo en imágenes en mayor o menor medida subjetivas, actuando como instrumento mediador entre la realidad y su interpretación.
Sin embargo, estos creadores parecen haber ido más allá, apropiándose literal y físicamente de pedazos de realidad. Así, han realizado sus obras a partir de elementos aparentemente ajenos al tradicional arsenal artístico: pinceles y lienzos son sustituidos por ropas, plantas, maderas de desecho, masillas, fotos, cuero, trozos de suelo…
En la exposición se pueden apreciar gran variedad de formas para crear esos moldes: las xilografías son talladas en madera, el aguafuerte está grabado en metal, la litografía esta grabada en piedra, llamamos collagraph a las matrices creadas a partir de materiales adheridos de todo tipo, la serigrafía se realiza con mallas permeables… cualquier objeto es susceptible de ser entintado y obtener de él un reflejo; y en este amplio abanico de posibilidades aparece por último, la matriz virtual: esto es, el archivo digital.
La muestra Huellas, impresiones y reflexiones capturadas en papel deja patente al espectador que el concepto básico del grabado es precisamente esa capacidad de reproducción de la obra, su aspecto seriable, aunque en la actualidad estos artistas que se aproximan a sus modos y posibilidades lo hacen atraídos por las cualidades gráficas y expresivas propias de este medio. Pierde importancia el concepto de copia, y se trabaja el monotipo, como pieza única.
El interés de esta exposición se centra en ese poder que posee la obra gráfica de capturar pedazos de realidad, y obtener de ella impresiones. Pedazos de realidad óptica o matérica, real o virtual, objetiva o subjetiva… que a través de estas nueve propuestas, pretende interesar y sorprender al espectador.