Las obras, que comenzaron el pasado mes de octubre, consistían en la sustitución total de la cubierta de la ermita, que con el paso del tiempo se encontraba en bastante mal estado y permitía la filtración de agua en el interior del templo y, aunque no existía problema estructural, sí estaba afectando al valor arquitectónico del conjunto.
En estas últimas semanas los trabajos se concentraban en la reposición del tejado, para lo que se ha conservado la teja original de la ermita, para evitar causar un impacto visual con el resto del conjunto, que data de los años 40 del siglo pasado.
Las obras cuentan con una inversión de 205.000 euros financiados íntegramente por el Obispado de la Diócesis de Canarias y están siendo ejecutadas por la empresa galdense Rodríguez Luján en base a un proyecto redactado por la oficina técnica municipal del Ayuntamiento de Gáldar.