Kate Hudson apareció con los dos colores imprescindibles para la próxima temporada: el amarillo y el blanco. Con una minifalda blanca a juego con sus salones blancos de Louboutin y con una blusa amarilla de gasa de Emilio Pucci.
El color negro vuelve con más fuerza y así lo entendían otras invitadas al exclusivo evento ya que la estilista británica Louise Roe, Jordana Brewster, la modelo Sveva Alviti, Dianna Agron y Ashley Greene coincidieron en apostar por este color.
Otras personalidades escogieron otras tonalidades como Emmy Rossum que deslumbró con un atrevido look en azul eléctrico con un escote en uve de J. Mendel y Louboutins negros a sus pies. Elisabeth Rohm acudió con un vestido bordado en plata y con detalles en pedrería conjuntando los accesorios en tonos metalizados.
Dentro de pocos días, el mundo entero estará pendiente de los estilismos de los asistentes a la ceremonia de los Oscar que, con los diferentes eventos que se han sucedido estos meses, tienen el listón muy alto para sorprender y destacar en la alfombra roja.