Los vecinos arroparon y festejaron con música la bajada de la Virgen que concluye siempre con una comida fraternal en el parque Huertas del Rey. Su imagen volvió a recorrer las históricas calles del casco y camino a la Vega con la música folclórica de las agrupaciones “Farallón de Tábata” y “Surco y Arado” que fueron animando la fiesta en su honor.
Antes de dar comienzo al recorrido desde la Plaza de Santiago, los vecinos y quienes se encontraban de visita en Gáldar se sumaron al ambiente festivo que este año contó con su tradicional asadero, en este caso de sardinas así como la degustación de pan con chorizo que iba dejando el olor tradicional de esta fiesta popular. Para la ocasión se prepararon diez kilos de sardinas y más de una veintena de panes de los que no quedó rastro una vez la carreta con bueyes que portaba la imagen doblaba la calle Tagoror en dirección a la Plaza del Cristo.
En la calle Audiencia los turistas que visitaban el museo y parque Arqueológico Cueva Pintada admiraron la fiesta y se sumaron al sonido de los temas de la música tradicional canaria que acompañaba el recorrido que encabezaba el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa Monzón y los concejales de la corporación municipal junto a los vecinos.
Al llegar a la Plaza del Cristo una ligera lluvia detuvo por unos minutos los sonidos y trajo consigo el recuerdo y el cariño de los asistentes hacia dos familias que siempre participan en este encuentro con el reparto de dulces y vinos; pero que este año no pudieron estar presentes por la pérdida de dos de sus seres queridos; la familia de Pino Valencia que siempre participa con ricos dulces y buñuelos y la familia Quesada que colabora con los vinos Viejo Antón.
Tras el breve descanso, la fiesta continuó camino de la Vega y hacia el recinto de Huertas del Rey donde se procedió a la izada de la bandera y la comida vecinal que pudieron disfrutar hasta bien entrada la tarde cuando de regreso todos despidieron a la hermosa imagen de la virgen hasta el próximo año.