Un nombre unido indiscutiblemente a la historia musical y a las más arraigadas tradiciones de un pueblo, Gáldar, como muchos le han denominado, es memoria viva de la historia musical de Gáldar.
Nicolás Rodríguez Molina, Colacho como es conocido por la inmensa mayoría, por todos los rincones no sólo de Gáldar sino de nuestro archipiélago canario, nace el 3 de marzo de 1948 en la calle Plaza de Santiago nº2 de Gáldar, junto al Ayuntamiento.
Ya en sus primeros años se inicia en el aprendizaje musical cuando de niño asiste a la escuela de Merceditas Delgado y aprende las canciones de la época. También en las sesiones en la iglesia, donde la profesora de solfeo, Amorcito Molina, lo inicia en la música religiosa, formando en Colacho su primera base musical, intensificándose luego cuando entra en el Colegio Cardenal Cisneros e ingresa en el Orfeón de dicho colegio. El Orfeón Cardenal Cisneros, el coro de la sección femenina, su grupo de baile y el coro parroquial de Gáldar son recuerdos de su primera etapa.
La niñez va dando paso a los primeros años de juventud e igualmente la música sigue vinculada a Colacho. Los amigos y las tan habituales parrandas de esta época dan paso a la creación del Trío Romaní, habituales de esta época en las tardes de domingo sobre el escenario de La Graduada, en los siempre recordados Festivales de Música, grabados para siempre en la memoria de toda una generación de galdenses.
Pronto descubre Colacho lo que sería luego su pasión: el folklore canario, por el que se desviviría con el transcurso del tiempo y con el que marcaría ya para siempre su vinculación a la historia de la música más tradicional de Gáldar. Este acontecimiento viene de la mano de la figura de un insigne folklorista galdense, Maestro Ignacio Rodríguez, persona a la que se le debe en buena parte la conservación y transmisión de la música y el folclore del municipio. Maestro Ignacio acerca a Colacho al folclore canario para convertirlo desde entonces y para siempre en una faceta inseparable de su vida. Adquiere por esta época su primera guitarra, que compra a Maestro Eustaquio que le acompañará durante innumerables momentos, conservándola aún como un valioso recuerdo.
Con el habitual desenfado de la época estudiantil y también coincidiendo con el servicio militar, surgen los primeros contactos con las murgas, el carnaval, las tunas estudiantiles, parrandas, etc., La Coral Polifónica del Noroeste, el Dúo con Pepe Ojeda, los festivales del Fernando Guanarteme, el grupo musical los Pikemans, la Tuna de la Escuela de Magisterio, Parranda del Ejército, son algunos de los colectivos en los que se integra Colacho.
Su contacto con el carnaval también le lleva a que, años más tarde, impulse la creación de la Murga Los Espalmatoria, la comparsa Reina Arminda y la Agrupación Lírica de Gáldar “Algáldar” que forma en 1985 y que aún se mantiene en la actualidad. Fue pregonero del Carnaval galdense a mediados de la década de los ochenta.
Colacho es de esos parranderos incombustibles del archipiélago. Prueba de ello es que ha participado en la inmensa mayoría de las romerías más destacadas de nuestras islas, así como de los actos celebrados a nivel insular como bajadas, encuentros, etc que se celebran con motivo de la fiestas patronales de cada una de las islas.
Su amor por la parranda lo lleva a fundar en el año 2000 la Parranda de Gáldar “Lo Nuestro” donde están siempre prestos para cualquier romería y taifa para la que sean requeridos a nivel regional.
También es destacable su vinculación a la Coral Polifónica de Gáldar, y destacable también la labor realizada con los coros infantiles que lo llevan a fundar el coro infantil “Cantar es alegría”, donde han pasado por sus manos miles de niños.
Hace algunos años se plantea la posibilidad de fundar una federación de folclore a nivel regional, la cual después de varias vicisitudes para su creación logra crear, bajo la denominación de Federación autónoma de Folclore de Canarias “7 islas” y ser el presidente.
Tras culminar sus estudios en la Escuela de Magisterio, en las Palmas de Gran Canaria, posteriormente desarrolla su profesión, impartiendo clases en los colegios de El Polvorín y Calvo Sotelo en la capital Gran Canaria y en el colegio de San Isidro, Sardina del Norte y el IES Roque Amagro en el municipio de Galdar, jubilándose después de ejercer durante 35 años, como profesor de EGB, especialista en Educación Física y Ciencias Sociales.
En esta faceta profesional destaca el magnífico trabajo en el deporte, sobre todo en el deporte escolar, en el balonmano femenino y en el voleibol gestionado el equipo masculino en la división de honor, o su incansable dedicación al cuidado del Medio Ambiente donde ha sido un claro ejemplo para muchos.
Pero sin duda alguna la fecha que quedará grabada para siempre en la historia del folclore de Gáldar y en la memoria de Colacho, recordada por él con una especial emoción, es la del 18 de diciembre de 1970 cuando en un teatro municipal repleto aplaudían la presentación oficial del que pasaría a ser el grupo emblema del municipio de Gáldar, “Los Cebolleros”
Ilusión que se comenzaba a forjar en ese mismo verano del 70, con un Colacho llegado de la mili, que comparte charla con los amigos en la plaza de Santiago centrada en una actuación de las fiestas mayores de ese año, la del grupo Los Sabandeños que marcó un antes y un después para varios jóvenes galdenses con talento musical.
Fue en ese verano cuando germinó la creación de Los Cebolleros con una primera aparición en la Romería del Pino de ese año, vestidos con lo que ya sería la indumentaria característica del grupo: camisa blanca, pantalón y chaleco negro, manteniendo la tradición de Los Viejos de Gáldar y de un pueblo humilde y trabajador.
Los Cebolleros le da la oportunidad a Colacho de continuar su senda musical por el folclore después que comenzara en su juventud de la mano de Maestro Ignacio con canciones que habían quedado prendadas desde joven en su corazón, como la “ isa de la primavera” o un “bolero para Galdar” . El folclore y su grupo Los Cebolleros formarán ya parte para siempre de su vida, dirigiendo esta formación hasta nuestro días.
Colacho satisface muchas de sus inagotables e insaciables inquietudes con labores de rescate de piezas emblemáticas del folclore de Gáldar, divulgación del folclore heredado de folcloristas y colectivos emblemáticos del municipio como pudieron ser Antonio Martín, Juan Gutiérrez, Los Hijos de La Noche, Los Viejos de Gáldar, La Parranda de Rojas etc., así como la difusión de la música popular de Gáldar como El Caracol o también incluyendo en el repertorio de Los Cebolleros piezas de autor de raíz folclórica, como La Magua y el Canario de Antonio Padrón, Los Lavaderos de Sebastián Monzón etc… muchas de las cuales forman hoy parte del rico patrimonio musical del municipio.
Numerosos festivales, actuaciones y viajes llevando el folclore más auténtico y tradicional de su Gáldar natal por distintos escenarios y rincones del mundo: Estados Unidos, Marruecos, Portugal, la Península y una gran parte de nuestro archipiélago, que además le han dado la posibilidad de conservar este rico legado del folclore en numerosas grabaciones discográficas.
Ya 44 años trabajando infatigablemente por una pasión por la conservación, divulgación y transmisión de la música como expresión espontánea de un pueblo y dando a conocer el folclore galdense fuera de sus fronteras, enriqueciendo su acervo cultural, convirtiéndose también el G.F. Los Cebolleros en el grupo emblemático del folclore tradicional de Gáldar por antonomasia.
También Colacho ha podido dar rienda a su faceta creativa como compositor, con su aportación de letras a numerosísimas piezas de nuestro folklore y de la misa cebollera.
No podemos olvidar en su trayectoria su dedicación al trabajo con los niños, destacando la labor en los colegios Cuermeja y Virgen del Carmen en La Aldea, y en los centros de San Isidro, Barrial, Los Quintana, La Montaña, Jesús Sacramentado, Sardina del Norte, Fernando Guanarteme, Antonio Padrón, IES Roque Amagro y IES Saulo Torón en Gáldar, su pasión musical que también supo inculcar a su hijos siendo el mayo NÉstor uno de los folklorista mas destacados de la historia del grupo Cebolleros llegando incluso a dirigirlo en un lustro y Mario un gran tocador de guitarra y un oído prodigioso.
Aunque aún no podido ver cumplido una ilusión y un sueño que durante toda su vida le ha acompañado “La escuela de folklore de Gáldar”, lejos de la renuncia, Colacho aún lucha por hacerla realidad.
Esto solo sería una sÍnteSis de toda la labor realizada por Colacho en su faceta como folklorista pero cabría reseñar que esta devoción ha transcendido a su faceta humana pues todo aquel que lo conoce sabe como brota por los poros de su piel esta pasión por la música, el folklore, las raíces y las tradiciones de su pueblo, desarrollada con una vocación y ansia incansable luchando por la música y el folklore ha contribuido a enriquecer el patrimonio cultural de su Galdar natal y siendo en la actualidad el icono mas popular del folklore galdense.
En el año 2009 recibe en reconocimiento, el Ayuntamiento de Galdar por su labor en el folklore y ese mismo día recibe la distinción como miembro de honor del G.F. Los Cebolleros y en el año 2011 es la federación de agrupaciones folkloricas de Gran Canaria quien también hace reconocimiento a su labor.