Por ello, añade el comunicado, los vecinos se han movilizado para hacer llegar a la administración competente la situación límite por la que están atravesando, subrayando su deseo de evitar potenciales desgracias de las que puedan ser víctimas sus hijos.
No obstante, sus reivindicaciones son básicas, ya que sólo solicitan la correcta señalización de la carretera y su límite de velocidad, la instalación de marquesinas, un paso de peatones y guardias muertos.
Según Gema Díaz, madre de dos menores de Buenavista: “Necesitamos, por lo menos, dos marquesinas, para que los niños tengan donde poder protegerse del clima que tenemos, sobre todo en invierno”.
Por otro lado, Francisca Díaz, abuela por partida quíntuple, resalta que “no hay ningún paso de peatones para cruzar la carretera”, al tiempo que Rita Mendoza implora la revisión del “límite de velocidad, que, aunque está señalizado con un disco de ‘prohibido por animales’, la gente se lo toma a la ligera y van a toda velocidad, viéndose casos incluso de adelantar a la guagua cuando está recogiendo a los niños”.
Finalmente, Mª Victoria Oliva se refiere al conjunto de deficiencias de la zona: “Son muchos los niños que cogen la guagua del colegio, por lo que reclamamos que aquí estamos olvidados, que no hay marquesinas para que los niños se resguarden del frío y de la lluvia, y que los coches vienen muy deprisa, por lo que necesitamos guardias muertos o algún paso de peatones”. “Los vecinos esperamos que nos den una solución a este problema, porque esto no puede seguir así”, finaliza.
A buena hora y con sol
Ojalá decidan ponerlo en marcha (de una vez y por todas) antes de que pase una desgracia.