Un Templo que costó sangre, sudor y lágrimas para que fuera construido y en el que también tuvieron que participar con sus aportaciones los vecinos y feligreses.
La institución que preside Antonio de Bethencourt Massieu que no pudo asistir este año, recibió el reconocimiento del alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón señalando que es un activo importante para defender y recordar su figura y su importancia histórica