Desde antes de las once de la mañana, el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón, recibía en las puertas de las Casas Consistoriales a las autoridades y representantes de asociaciones vecinales, Medallas de Oro, Hijos de Gáldar y pregoneros, que junto a la Guayarmina y Bentejui, conformaron la procesión cívica. El presidente del Cabildo, Antonio Morales, y varios consejeros de la corporación, alcaldes de los municipios vecinos, representantes del Gobierno canario y Parlamento, autoridades militares y miembros de diferentes sectores del municipio, acompañaron a la Corporación Municipal de Gáldar que junto a los maceros trasladaron hasta la Iglesia el Pendón Real bajo Mazas.
Precisamente, el Ayuntamiento de Gáldar quiso este año rendir su particular reconocimiento a la figura de los maceros y así el alcalde galdense hizo entrega de un drago realizado en madera a Josefa Rodríguez García, mujer de uno de los primeros maceros de la Ciudad, Sebastián Castillo Vega, tradición que han continuado sus tres hijos. En la actualidad su hijo Julián Castillo y Roberto Cabrera desempeñan esa función y están presentes en las celebraciones solemnes.
A las doce del mediodía esperaban para recibirles, el Vicario General de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera y el cura párroco de la Iglesia de Santiago, Manuel Reyes Brito, dando comienzo a la Eucaristía del día grande oficiada por el Obispo, Francisco Cases. El Templo, que lucía con una decoración floral especial, volvió este año a acoger a miles de personas que no faltaron a esta celebración religiosa que tuvo el acompañamiento musical de la Coral Polifónica de Gáldar que dirige Edmundo Domínguez
El Obispo en la homilía evocó primero los 50 años de historia del Jacobeo en Gáldar y las 8 celebraciones jubilares desde 1965. Para Cases peregrino es quien tiene una meta y quien sabe a dónde va, a diferencia del errante que no tiene un destino al que llegar. Para el Obispo hoy necesitamos dos peregrinaciones la primera hacia nuestras raíces y la segunda es una opción personal y privada de elegir una vida cristiana.
Los feligreses esperaron en las calles para acompañar en el recorrido de la procesión de Santiago que una vez más llenó de emoción y ruegos al Santo, siempre bajo los acordes de la Banda Municipal dirigida por Rubén Guerrero.
Pasadas las 13.30 horas, llegó la imagen de Santiago a su Templo y los sonidos del himno a Gáldar y la explosión de la traca final dieron por concluida la jornada religiosa con la satisfacción de haber cumplido un año más con esta tradición y dando paso a la tarde con la diversión de la batalla de flores y la música Demaría en la Plaza.
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