Los técnicos del Consejo Insular han optado por eliminar dicho pozo dañado y sustituirlo por un nuevo tramo de tubería de 700 mm. de diámetro que solucione definitivamente el problema.
A pesar de la diligencia mostrada por la institución insular, propietaria de la planta depuradora de Bocabarranco, desde el Ayuntamiento de Gáldar se insiste en la necesidad de comprometer a todas las instituciones para lograr la financiación que permita construir el nuevo emisario y aleje los vertidos de agua depurada de la costa y se dé solución, después de más de 20 años, al principal problema hidrológico que tiene la isla de Gran Canaria.
Para ello, el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, ha anunciado que se reunirá con el consejero del área para tratar este asunto en exclusiva y estudiar las alternativas viables para dar solución definitiva al problema de Bocabarranco.