La citada exposición, que puede ser visitada, de manera gratuita, de martes a domingo, de 10.00 a 19.00 horas, tiene como objetivo divulgar la gran tradición que la talla artesanal mantiene en la comarca noroeste, así como llamar la atención sobre los escasos estudios existentes que pongan de manifiesto otro aspecto desconocido de su dimensión: la funcionalidad cultural identitaria que esconde la labor de estos artesanos.

Una cuidada selección de trabajos de estos cuatro notables artesanos tallistas de la zona se expone en esta tercera entrega, en la que se manifiesta el impulso creador y artístico de los llamados obreros de la madera que, lamentablemente, nunca han obtenido la consideración que se merecen en el ámbito de las artes nobles.

Tanto en Manuel Díaz como en Juan José Caballero, Manuel Mateos y Juan Sosa, se dan circunstancias muy similares. Proceden, en su mayoría, de familias de artesanos o de actividades relacionadas con el trabajo artesanal, como también lo fueron los canteros y forjadores. Su trabajo implica un enorme esfuerzo físico, un gran dominio de la técnica y un profundo conocimiento de los materiales. Aunque algunos tuvieron medios para completar sus estudios en Escuelas de Artes y Oficios como la Luján Pérez, -fundamentalmente en dibujo y modelado-, será en los talleres de carpintería y ebanistería, en los que se doten de un conocimiento técnico y la destreza que les lleva a realizar obras caracterizadas por sus acabados perfectos.

Sus modelos se basan en técnicas que se transmitían de padres a hijos, o de maestro a discípulo, manejando instrumentos muy básicos, hechos con gubias, formones, cuchillos y sierras, casi siempre realizadas en el propio entorno, que dieron forma hace ya muchas décadas, a infinidad de objetos que formaron parte de nuestros hogares o iglesias.

‘Maza, gubia y formón’ no es una exposición más del programa expositivo de la Casa Museo Antonio Padrón, ya que desde la coherencia propone una lectura afín con los contenidos del mencionado centro dedicado a divulgar la obra y figura del creador galdense que, como buen expresionista, no fue ajeno a estas expresiones de arte popular y tampoco desconocía el mundo de los talleres carpinteros. Antonio Padrón dejó un legado corto, pero de gran interés, de tallas realizadas en madera, tanto propias como otras surgidas de la colaboración o diseños para otros tallistas, como el carpintero Pepito Domínguez o Tinito del Río, colaboradores habituales en la obra de Padrón.

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