Así lo anunció hoy el presidente de la Corporación, Antonio Morales, tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno para dar luz verde al texto provisional del Plan, que contempla, como objetivo fundamental, la recuperación del acuífero de Gran Canaria, un objetivo en el que ya avanza el Consejo Insular de Aguas.
Además de mejorar el equilibrio de las aguas subterráneas, prevé profundizar en las líneas de producción industrial de agua, para lo que contempla nuevas obras de almacenamiento y la ampliación de las depuradoras de Jinámar y Bocabarranco, así como la construcción de sus respectivos emisarios submarinos.
El gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, subrayó que para incrementar esta capacidad de almacenamiento el texto no recoge la construcción de presas en la cabecera de los barrancos, sino de balsas cercanas a los lugares en los que se necesite el agua.
De hecho, el próximo año se construirá la de Guía, ya prevista en el Plan de Regadíos de Canarias, con una una inversión de más de un millón de euros.
El Plan Hidrológico de Gran Canaria tendría acumula años de retrasos, lo que ha obligado al actual grupo de gobierno a agilizar los trámites para culminar el proyecto y cumplir así con la normativa comunitaria y de planeamiento, indispensable también para poder acceder a las subvenciones necesarias para financiar esta clase obras.
Dicha financiación procede fundamentalmente de fondos europeos y de los convenios entre El Gobierno estatal y canario, por lo que Morales no descarta reunirse con los miembros del próximo Ejecutivo estatal.