“Se trata de dos proyectos especialmente importantes para la Villa de Moya y una demanda histórica de los moyenses, que suponen garantizar la seguridad tanto de los viandantes como de los conductores que circulan por la GC75 y cada año en la época de lluvias se ven afectados por el riesgo de desprendimientos”, manifestó el alcalde, Poli Suárez. Quien quiso agradecer la “comprensión con la que nos ha atendido el vicepresidente insular y su compromiso de ejecutar cuanto antes unas obras que venimos reclamando desde hace mucho tiempo”.
Sin ir más lejos, a principios del mes de noviembre la carretera GC75 quedó seriamente afectada por las fuertes precipitaciones registradas en la zona norte de Gran Canaria y que causaron numerosos desperfectos por desprendimientos en esta vía de acceso a la Villa de Moya. Lo que supuso la reparación de distintos tramos del pavimento y las vallas biondas afectadas, además del derribo controlado por los técnicos de aquellas rocas que podrían suponer riesgos para el tránsito de vehículos y personas.