Los beneficiarios de sus programas son personas diferentes a los miembros de la propia organización y es esto precisamente lo que la diferencia de otro tipo de organizaciones que se constituyen para dar solución a las necesidades particulares de las personas que las constituyen.
Desde ATIRACAN entendemos que realizar estudios de carácter científico sobre los tiburones y las rayas de Canarias resulta una actividad muy interesante y puede ayudar, si este conocimiento se comparte con la sociedad y no queda sólo en los archivos de la Universidad, a organizaciones como ATIRACAN en su labor de defensa y protección de estos animales; pero no debemos confundir los estudios, másters o tesis con un trabajo de una ONG. El interés por realizar sus estudios y alcanzar un título académico, es un interés de carácter personal, que no debe confundirse con la defensa desinteresada y voluntaria de una Asociación. Los recursos económicos para este tipo de estudios son las becas y no los fondos públicos para ONGs.
Mención aparte merecen otro tipo de personas que se arrogan con el derecho de ser los unificadores de distintas organizaciones defensoras de los elasmobranquios en Canarias, cuando ni siquiera se dirigen a ellas para establecer un diálogo y si lo hacen con diferentes empresas relacionadas con el medio marino para recaudar fondos y ganarse la vida.
Incoherencias, errores y falta de solidaridad
Acciones coherentes desde los inicios de ATIRACAN, como la denuncia ante las autoridades de la pesca deportiva de tiburones y rayas en Canarias, no sólo no ha sido apoyada por organizaciones que se llaman defensoras de los elasmobranquios, sino que además se les da un cheque en blanco como posibles protectoras de estas especies. ¿Cómo se puede defender a las especies que están siendo capturadas dialogando con las empresas que las capturan y sin embargo no apoyar a quienes denunciamos esta actividad?
Si hay un animal que tiene mala fama en este planeta, ese es el tiburón, lo vemos y escuchamos a diario en nuestra labor educativa en las conferencias y charlas que desarrollamos como ATIRACAN en los centros de enseñanza y realizamos un gran esfuerzo por acabar con esta visión nada realista de los tiburones; sin embargo, con total irresponsabilidad se utiliza un accidente fortuito en nuestras Islas para dar bombo y platillo en los medios de comunicación, sin ningún rigor científico y se aprovecha para salir en prensa con verdades a medias y seguir beneficiándose de todo ello.
Este tipo de prácticas, más que ayudar a la lucha por la defensa y protección de los tiburones y las rayas de Canarias lo que van consiguiendo es que dicha labor sea cada vez más difícil y que muchos sectores de la sociedad miren con recelo a los que desde nuestras modestas posibilidades y sin intereses personales intentamos hacer realidad un sueño, que Canarias sea un Santuario de tiburones y rayas. Que sin ningún afán de lucro, ni intereses personales de otro tipo realizamos un gran esfuerzo por lo que creemos y que desde luego seguiremos denunciando todas aquellas prácticas que consideramos totalmente inadecuadas para estos objetivos.