La obra teatral y musical producida por GC Diseños y Comunicación y Ancor Ayoze Producciones, trata de una serie de relatos que narran las historias de animales de la selva, que de forma antropológica, plantea a los lectores lecciones morales. La versión que se presenta cuenta las aventuras del pequeño Mowgli, perdido en la selva y adoptado por una pareja de lobos, que lo crian como su propio “cachorro”. Con el paso del tiempo, los lobos deciden que lo mejor para Mowgli es que debe marchar, ya que el clan de la manada de lobos no admite a un humano entre ellos. A partir de ahí, el pequeño Mowgli va conociendo a diversos animales de la selva y comienza una serie de aventuras muy divertidas y emocionantes, todo ello, salpicado de canciones y coreografías muy amenas y pegadizas. Esta obra es una versión original creada para esta producción, con texto y algunas canciones originales.
La obra mantiene como eje central incentivar el amor por la naturaleza y los animales, con un lenguaje divertido y ameno que llega tanto a niños como a los mayores, en su música y libreto.
Es un espectáculo musical para toda la familia, en donde se juega con un estilismo y una ambientación original, con toques novedosos que humanizan a los animales y a la propia selva. El montaje, lleno de aventuras y de canciones interpretadas en directo, guarda muchas sorpresas para el público, adaptado para niños desde los 4 años , aunque también capta el interés de sus padres. La música y las canciones tienen una gran importancia. De hecho, los temas están compuestos originalmente por Jorge Ahijado, gran conocedor del género teatral y compositor. Mingo Ávila interpreta a Mowgli, y se completa el reparto con Ancor Ayose González Acosta (Baloo), Alexia Rodríguez (Bagheera), Omar Betancor (Shere Khan) y Alex Rod (Rey Lousi).
La escenografía y decorados, que resalta la imagen selvática, está a cargo de Cale Medina y Yeray González. El diseño de imagen está a cargo de Jorge Leal, y un vestuario lleno de colores y fantasía ha sido realizado por la diseñadora Dulce Ortega. Iban Negrín y Gabriel Santana son los encargados de la iluminación, que dibuja con nitidez los espacios de acción y los momentos de mayor sosiego, y la sonorización del espectáculo, respectivamente. El montaje logra unos resultados mágicos por la gran complicidad de los cinco intérpretes y el ritmo logrado en la puesta en escena.