Se piensa que Fernando Guanarteme, nacido hacia 1420 y fallecido en torno a 1487 y cuyo nombre original antes de la conquista era Tenesor Semidán, fue enterrado en La Laguna y que sus restos pueden estar en la ermita de San Cristóbal, a donde fueron trasladados desde la iglesia vieja de la Concepción.
La Dirección General del Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias ha encargado una investigación científica para intentar localizar los restos y en caso de que fueran encontrados e identificados científicamente serían trasladados a Gran Canaria, para que reposen en su localidad de nacimiento, en Gáldar, según la voluntad unánime del Parlamento de Canarias.
Josefa Luzardo, del PP, dijo que es de justicia que el último monarca aborigen de Gran Canaria descanse en la tierra en la que nació, como han pedido históricamente muchas personas y colectivos de la isla.
El diputado de Podemos, Francisco Déniz, recordó que aún no se sabe a ciencia cierta si los restos de Guanarteme están en la ermita de San Cristóbal, en donde hay una lápida conmemorativa, por lo que hay que esperar a que concluyan los estudios científicos que se están desarrollando antes de excavar.
Déniz, que en todo momento se refirió al rey aborigen como Tenesor Semidán, alabó la sensibilidad del PP en este asunto, pero le pidió la misma con los que buscan a los restos de sus familiares desaparecidos en la guerra civil y el franquismo.
También confió en que este asunto no se utilice para recuperar el pleito insular.
Luis Alberto Campos, de Nueva Canarias, también se identificó más con Tenesor Semidán que con Fernando Guanarteme, y aprovechó para lamentar que los frescos que presiden el salón de plenos del Parlamento de Canarias conmemoren precisamente la rendición de los aborígenes canarios ante los conquistadores.
Nayra Alemán, del PSOE, y Juan Pablo Rodríguez Valido, de CC, subrayaron la necesidad de que continúen las investigaciones encargadas por la Dirección General del Patrimonio siempre con criterios científicos.