En la jornada del día 11 de mayo intervendrán, a partir de las 17.00 horas, el arqueólogo e inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de la Isla, José de León Hernández, con la conferencia titulada ‘Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria: la recuperación de un patrimonio excepcional’, al que seguirá, a partir de las 17.30 horas, el catedrático del área de Conocimiento y Petrología y Geoquímica de la ULPGC, Francisco José Pérez Torrado, quien se referirá a la geodiversidad y singularidad geológica de la caldera de Tejeda, para concluir a las 18.30 horas, con la conferencia que impartirá el miembro del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, Águedo Marrero, con el título ‘Vegetación y flora: evolución del paisaje en el entorno del espacio de Risco Caído’.
Para José de León, “hace apenas tres años Risco Caído era un conjunto de cuevas artificiales, abandonado y prácticamente desconocido para la Ciencia. La decidida apuesta del Cabildo ha logrado el difícil objetivo de colocar el centro de Gran Canaria en el punto de mira de la ciencia y del mundo de la cultura internacional y, paralelamente, desarrollar un ambicioso plan de recuperación, estabilidad, estudio y puesta en valor de los yacimientos. Que Canarias y Gran Canaria sean, dentro de unos años, un referente de las culturas mundiales. La inclusión de estos parajes en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial, realizada a finales de 2015, es un gran paso”.
Según Pérez Torrado la Caldera de Tejeda “supuso el evento volcánico más catastrófico en la historia geológica de la isla de Gran Canaria, hace unos 14 millones de años. En cuestión de horas se pasó de un edificio en forma de escudo, a una depresión con morfología elíptica en planta y abruptas paredes de más de 1.000 m. de desnivel. Asimismo, todo signo de vida reinante en ese momento sería suprimido”. En su conferencia, el especialista explicará la evolución geológica de Gran Canaria, haciendo hincapié en la formación de la Caldera de Tejeda y el estratovolcán Roque Nublo como los dos eventos que más huella han dejado en los paisajes cumbreros de la isla.
Finalmente, Marrero Rodríguez abordará en su intervención los valores de la vegetación y la flora de la zona de Risco Caído, cuyos vestigios actuales nos permiten aproximarnos a los paisajes paleontológicos, a los antropológicos de la época aborigen y a los potenciales naturales para una intervención actual adecuada. Como explica el botánico “los relictos de vegetación actual y la riqueza de especies vegetales nos permiten interpretar un entorno natural de bosques de laurisilva en las vertientes norte, de pinares en las de sotavento y de formaciones termoesclerófilas o xerófilas en las cotas bajas, con una intensidad de uso diferenciada desde la ocupación aborigen hasta la actualidad”.
Águedo Marrero estima que “este uso es moderado en el entorno inmediato a los poblados en la época prehispánica, máximo hacia el siglo XX y moderado y residual en la actualidad. Esto último hace compatibles programas de reforestación y adecuación en los espacios naturales declarados y en los entornos de los espacios sagrados de montaña. En este último caso la aportación desde la Arqueología habrá de ser fundamental”.
La cita, que se prolongará hasta el día 13 de mayo y cuenta con la colaboración del Patronato de Turismo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Artenara, se enmarca en el conjunto de iniciativas impulsadas por el Cabildo con la finalidad de conservar, investigar y poner en valor uno de los hallazgos arqueológicos más excepcionales y espectaculares de la historia reciente de la isla, el del mencionado complejo arqueológico de cuevas de carácter sagrado y ceremonial de Risco Caído, cuyos elementos representativos se han conservado hasta nuestros días.
Día 12 de mayo
Para el día 12 de mayo tienen previstas sus intervenciones el director científico del proyecto Risco Caído, Julio Cuenca; el doctor en patrimonio religioso inmaterial de la Universidad de La Laguna, Francisco Díez de Velasco, y el doctor en Ginecología y prehistoriador, Jean-Pierre Duhard. Las jornadas concluyen el día 13, con la presencia del coordinador de la iniciativa Starlight y consultor de la UNESCO, Cipriano Marín y la del director del Consorci Serra de Tramuntana, Bartomeu Deya.
En el contexto de esta cita tendrá lugar la reunión del Comité Científico Internacional que trabaja en el proyecto que persigue afianzar la candidatura del complejo arqueológico de Risco Caído como Patrimonio Mundial de la UNESCO, formado por profesionales, académicos e investigadores de las distintas disciplinas que convergen en la comprensión e interpretación de este espacio y de las manifestaciones que contiene.
El contenido del programa de las Jornadas de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria incide en seguir arrojando nuevas luces sobre el papel y la excepcionalidad de las manifestaciones simbólicas e inscripciones, incluyendo los grabados púbicos y otras representaciones destacadas de la cultura aborigen. Asimismo, se abordarán este año en sus sesiones de trabajo reflexiones alrededor de las religiones étnicas y se dará a conocer la experiencia de otros paisajes culturales ya inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, que pueden proporcionar al proyecto de Risco Caído orientaciones en materia de gestión sostenible y procesos de participación e implicación de la sociedad civil.
El Cabildo de Gran Canaria invertirá durante el presente año 2016 más de 500.000 euros en acciones estratégicas de distinta naturaleza, que se llevarán a cabo en la zona de Risco Caído y los singulares espacios de montaña considerados como sagrados por los antiguos habitantes de la Isla. El pasado mes de febrero, se presentó un ambicioso plan estratégico que se desarrollará entre 2016 y 2019 por la Corporación que preside Morales, con la finalidad de convertir a Gran Canaria en un lugar de referencia en el contexto de la arqueología mundial.
Considerado por los especialistas como un patrimonio excepcional que expresa un proceso cultural único e irrepetible en el universo insular, Risco Caído y los espacios sagrado de las montañas de Gran Canaria (RCESM) albergan un conjunto de manifestaciones y obras bien conservadas, de carácter arqueológico, pertenecientes a una cultura desaparecida que evolucionó, en total aislamiento, hasta la llegada, entre el siglo XIII y XIV, de los marinos del sur de Europa en busca de las nuevas rutas de las especias y del comercio de esclavos.