Voluntad de superación que demostró también Rosa Suarez Trujillo para obtener el “Quinto Dan” tras 31 años de formación y siendo la primer mujer en conseguir este grado.

Tras superar todas las pruebas de examen. Se da la circunstancia además que continúa la tradición familiar pues ya son tres las generaciones vinculadas a esta escuela, desde su hija Paula, su marido Yanko y su suegro Francisco Javier que también son cintos negros 5º Dan.

Las dos aspirantes fueron arropadas por su Maestro y un buen número de compañeros cinturones negros con los que cuenta esta escuela y de donde han surgido reconocidos Maestros que imparten clases en varios puntos del archipiélago.

La ceremonia dio comienzo con una pequeña demostración por parte de las dos graduadas, tras la entrega que simboliza la promesa de ser digna portadora del mismo y el humilde reconocimiento de sus valores y verdadero significado.

Tras la misma, el presidente del club, Francisco Javier Castro Pool, en nombre de todos dio la bienvenida a estas dos nuevas graduadas, y seguidamente el Maestro Miguel Bueno tomó la palabra para pasar a recordarles el significado del cinturón como un objeto simbólico que inmortaliza el origen y unión de las artes marciales con la filosofía Zen y al igual que el monje recibe su habito negro, el Cinturón Negro le es tradicionalmente entregado al experto marcial de linaje japonés y coreano, como objeto simbólico que les recuerda que son representantes de algo más que un deporte, que son representantes de un arte marcial tradicional con una especial filosofía de autodisciplina y desarrollo personal.

Al finalizar la ceremonia se procedió la colocación de las tablillas en el cuadro de honor de esta escuela y a las fotos de grupo, dando por finalizado tan emotivo acto.

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