Realizadas a través del Consejo Insular de Aguas, las obras han tenido incuso mejores resultados de lo previsto, agregó Hidalgo, quien anunció que también la desaladora de la Aldea y la de Roque Prieto en Guía han sido sometidas a los mismos trabajos de mejora, cuyos efectos sobre el ahorro están en proceso de evaluación con la previsión de que sean igualmente positivos.

La desaladora de agua de mar de Bocabarranco, que abastece a Gáldar, Santa María de Guía y Agaete, detalló, ha sido sometida una exhaustiva reforma ejecutada en los últimos diez meses con un coste de un millón de euros que será amortizado en tres años.

El objetivo de los trabajos ha sido modificar el proceso a través de un nuevo sistema de recuperación de energía por intercambio de presión, lo que ha sido posible gracias a los avances tecnológicos en las técnicas de desalación de agua de mar.

La desaladora estaba constituida por dos bastidores de ósmosis inversa de 7.000 y 3.500 metros cúbicos diarios, aunque este último solo se ponía en marcha en períodos de gran demanda debido a su elevado consumo energético, por lo que en la práctica la capacidad de la planta era de 7.000 metros cúbicos. El consumo energético total de la planta era de 4,7 kilovatios a la hora por cada metro cúbico de agua desalada producida.

Ahora, esa cifra ha bajado a 2,7 kilovatios, el equivalente a una reducción del consumo de petróleo de 400 toneladas que evitará la emisión de 1.800 toneladas de CO2 anuales y un ahorro en la factura de la luz de 330.000 euros al año, lo que permitirá amortizar en tres años el coste de la obra que asciende a un millón de euros.

Por tanto, las mejoras realizadas suponen un ahorro energético de 2 kilovatios a la hora por cada metro cúbico, lo que constituye un 42 por ciento, cifra superior a la estimación inicial del Cabildo, que había previsto una reducción del consumo energético de 1,6 kilovatios, concluyó Hidalgo.