Con la resaca aún de las multitudinarias Rama y verbena de amanecida del día anterior se despertaban bien temprano los vecinos de Barrial este domingo para cumplir, un año más, con su patrona, Nuestra Señora de los Desamparados.

A las 12 del mediodía daba comienzo la función religiosa, oficiada por el reverendo Francisco García, acompañado del sacerdote Domingo Muñoz, quien disfrutó de su última fiesta como párroco, ya que el próximo mes de septiembre cambiará de destino hasta el sur de la isla.

Una hora más tarde, el repique de campanas y el lanzamiento de salvas indicaban la salida procesional de la imagen, obra del escultor Juan Borges Linares, acompañada por las reinas de las fiestas y sus respectivas cortes, y el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, junto a otros miembros de la corporación municipal.

Una vez terminada la procesión llegó el turno de disfrutar en casa del tradicional almuerzo familiar. Un breve descanso y de nuevo para la plaza, porque a las 6 de la tarde esperaba la vaca para ser ordeñada y cuya leche fue degustada por los presentes. Una tradición la de la ordeñada de la vaca que se remonta a los años 70 del siglo pasado.

Seguidamente, la Batalla de Flores dio rienda suelta al desenfreno y a la «guerra sana» vecinal, en la que grandes y pequeños lanzaban con ganas las bolas de confeti.

Finalmente, el día grande concluyó con la gala artística con las actuaciones del grupo Radio y el humorista Jaime Marrero.

ENLACE A LA GALERÍA DE IMÁGENES DE LA PROCESIÓN.

ENLACE A LA GALERÍA DE IMÁGENES DE LA BATALLA DE FLORES.

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