El Cabildo de Gran Canaria ha decidido igualmente cerrar sus ocho zonas de acampadas hasta el jueves, mantiene abiertos los albergues y pide a la población que retire sus vehículos de los barrancos para evitar que sean arrastrados por posibles riadas, subrayó el consejero de Emergencias, Juan Manuel Brito, tras presidir la reunión del comité asesor del PEIN en la que se decidió su activación.
En caso de materializarse las lluvias, -las predicciones apuntan a precipitaciones con comportamientos similares a los del año pasado, con chubascos localizados y fuertes, probablemente en la capital, Mogán y San Bartolomé de Tirajana-, el Plan pasaría a fase de emergencia, que puede ser de nivel 0 (municipal, cuando afecta a uno solo), nivel 1 (insular, cuando afecta a más de un municipio) o 2 (nivel regional).
Mientras tanto, se mantendrá en nivel de alerta, declaración que se produce tras la del Gobierno canario y que dará lugar a otras declaraciones en los municipios afectados, ya que afrontar la situación conlleva la coordinación entre administraciones y puesta a disposición de los respectivos medios.
Las zonas de acampadas quedarán cerradas para evitar rescates innecesarios y mantener, además, los medios en zonas de mayor afluencia, el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha reforzado el sur y este de la isla y coordinará los operativos con otros cuerpos como Protección Civil y Bomberos de la capital y el sur.
En cuanto a Carreteras, también alerta, mantiene sus retenes vigilantes, sobre todo en zonas de desprendimientos anteriores. Algunas carreteras serán cerradas nada más comenzar a llover, estas son la de Azuaje, Cruz de San Antonio (de Las Niñas a Mogán) y La Aldea a Agaete.
La maquinaria se mantendrá cerca de las vías que suelen registrar problemas durante las precipitaciones y recuerda que, en caso de obstaculización de alguna, lo más probable es que, por seguridad, haya que esperar a que pase el episodio meteorológico para poder reponer el tráfico. El Consejo Insular de Aguas mantiene también a todos sus vigilantes pendientes de la situación.
Es importante también evitar, en la medida de lo posible, usar los vehículos para tratar de minimizar los atascos, sobre todo por la mañana y horas punta, dado que en cualquier caso el bloqueo impide llegar al destino antes de dos o tres horas, y de esta manera incluso los medios de emergencias y mantenimiento podrán acudir a atender las incidencias. También es importante evitar circular por las carreteras situadas en barrancos y hay que evitar zonas de baño, ya que el fenómeno adverso también es costero.
De este modo, todos las administraciones y medios están coordinados y pendientes para actuar, si bien aún no se sabe si la predicción se materializará, la obligación de las instituciones es prepararse para afrontar cualquier emergencia, por lo que pide a la población tranquilidad, tomar medidas de autoprotección y colaborar en lo posible a minimizar los efectos de la situación.