Se trata, prosiguió, de una de las iniciativas más ambiciosas de la Unión Europea, que plantea así luchar contra el cambio climático desde lo más cercano, desde las familias, y en esa estrategia los municipios son fundamentales, por lo que considera que la UE ha sido visionaria con esta propuesta.

La iniciativa incluye entre sus objetivos aumentar un 27 por ciento la eficiencia energética y que el 27 por ciento del consuma proceda de fuentes renovables, algo necesario para dejar en herencia “un planeta aceptable”, agregó el consejero de Energía, Raúl García Brink.

Hasta el momento se han adherido en torno a 6.196 municipios europeos, tanto grandes como pequeños, que engloban a 213 millones de personas y en Gran Canaria ya lo había hecho Teror, ahora el Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria se encargará de hacer llegar toda la información a los municipios y promover que el resto se sumen a esta iniciativa a la que ya se han adherido 10 ayuntamientos de Tenerife.

La propuesta, además, engarza con el proyecto de ecoisla del Cabildo grancanario y de su propósito de alcanzar la máxima cota posible de soberanía energética, enfatizó Morales, quien recordó el “fracaso” que hasta el momento han supuesto las políticas emprendidas a distintos niveles y que alejan los propósitos 20-20-20 para el 2020, por lo que es una “imperiosa necesidad generar un nuevo modelo energético” cuanto antes en Gran Canaria.

Con esta firma, el Cabildo trabajará de la mano de los ayuntamientos para la elaboración del Inventario de Emisiones de Referencia y la Evaluación de Riesgos y Vulnerabilidades, para con ello diseñar el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible, tanto de cada municipio, para los que el Cabildo destina 100.000 euros, como el insular, para lo que destina otros 100.000 euros.

Morales avanzó que la producción de energía es la principal fuente de emisiones de CO2 de Gran Canaria, y en el caso del Cabildo, que dará ejemplo, tiene consumos energéticos elevados en la depuración y desalación de agua o en las luminarias de las carreteras, de modo que ya ha iniciado trabajos para disminuir las emisiones y, de hecho, para la adjudicación del suministro eléctrico insular ha puesto como condición la certificación de que el origen sea renovable.

García Brink apuntó que el planeta puede aguantar, como mucho, un aumento de 2 grados en 2100 y ya hay estudios que apuntan que ese año habrá aumentado 3,5, lo que las políticas contundentes y trasversales no pueden esperar, también por sus repercusiones sanitarias y para evitar la desaparición de países en grave situación de quedar inundados por los océanos.

Así, promover la adhesión, ofrecer asistencia técnica y estratégica a los municipios, promover el apoyo financiero a los ayuntamientos, apoyar el intercambio de experiencias y conocimiento, y trabajar de forma conjunta, son algunos de los puntos a los que se compromete el Cabildo con su suma al Pacto de los Alcaldes.

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