La sede de Casa África en Las Palmas de Gran Canaria acoge este martes, 13 de diciembre, a partir de las 19.30 horas, la subasta solidaria y pública de veinticinco piezas artísticas elaboradas por creadores y creadoras locales que utilizan la calabaza de agua como soporte, un evento que será presentado por el dúo de humoristas Piedra Pómez.
La cita es la escala final del proyecto ‘Calabazas para el agua’ impulsado por la Casa-Museo Antonio Padrón. Centro de Arte Indigenista (Gáldar) y cuyo fin último es financiar la construcción de un pozo de agua en Sierra Leona a través de la ONGD Escuelas de Wara Wara. El citado centro dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria acogió entre el 4 y el 27 de noviembre la exposición de ochenta calabazas decoradas por un total de sesenta y cuatro artistas insulares.
Un total de cincuenta y cinco de dichas calabazas ya han sido adjudicadas tras el proceso de puja ciega que tuvo lugar mientras permaneció abierta la muestra. Las veinticinco restantes son las que recibieron las pujas más altas y se han reservado para este acto de cierre programado en la sede de Casa África en la calle Alfonso XIII de Las Palmas de Gran Canaria.
El proceso será el acostumbrado en las subastas abiertas y públicas, aunque en este caso con el aderezo que aportarán los humoristas Paco Santana y Gregorio Figuera, los integrantes del popular dúo Piedra Pómez.
Las piezas que salen a subasta son obra de Manuel Díaz, Miguel Panadero, Javier Jiménez, Juan Cabrera, Manolo González, Fabiola Ubani, Manuel Díaz, Himar Suárez, Martina Bolaños, Paco Arana, Cristóbal Guerra, Juan Guillermo M. de Lara, Manena Juan, Diego Higuera, Félix Juan Bordes, José del Rosario, José R. Martín, Orlando Hernández, Francisco Ramírez, Fernando Álamo, José Luis Vega, Luis Sosa, Hildegard Hahn y Héctor González.
Más allá de la posibilidad de llevarse a casa o a la sede de cualquier entidad una bella obra de arte, el proyecto ofrece la posibilidad de poner un grano de arena para la mejora de la vida en Sierra Leona. La principal beneficiaria de la acción será la población infantil y en especial las niñas, muchas de las cuales no pueden acudir a la escuela por la necesidad de cubrir grandes distancias para portar agua para sus familias.
La calabaza en la historia y en la obra del pintor Antonio Padrón
La calabaza de agua o calabaza del peregrino (Lagenaria siceraria) ha sido cultivada desde tiempos inmemoriales en todo el mundo. En China, África y América se hicieron -y se hacen- calabazas pintadas y decoradas como objetos de valor simbólico, ritual y talismánico, aunque también muchas personas las han pintado como un sencillo objeto decorativo o ejercicio infantil.
Igualmente, por el gran número de semillas presentes en su interior ha simbolizado la fecundidad, relacionándose también su forma con la silueta femenina. En África alude al huevo del mundo y a la matriz o al útero. Y es que las calabazas son profundamente simbólicas.
El propio Antonio Padrón no fue ajeno la fascinación que provocan las calabazas. Las suyas aparecen pintadas de negro lustroso, con estrías longitudinales, de gris plata e intenso rojo. La combinación de negro y rojo es ancestral: son colores primigenios muy presentes en la decoración de cerámica neolítica y aborigen canaria: noche y sangre.