El ejemplar de garza real rescatado la semana pasada por el Cabildo y la Guardia Civil de una balsa de agua en Guía ya vuela en la Reserva de las Dunas de Maspalomas tras ser liberado por el personal del Centro insular de Recuperación de Fauna Silvestre, donde se recuperó de la desnutrición y el frío, puesto que no tenía otras lesiones.
La garza había quedado atrapada en la balsa debido a la valla metálica que la cubre hasta que los agentes de Medio Ambiente del Cabildo y la patrulla del Seprona de Guía la rescataron. El animal, que probablemente volará hacia el norte de Europa para anidar, se habituó rápidamente al hábitat de la Charca de Maspalomas, lugar en el que se podían divisar con facilidad media docena de ejemplares de su misma especie.
Junto a la garza fue liberado un ánade real, un pato procedente del lago del campo de golf de El Cortijo que presentaba una intoxicación debido a una toxina producida por la descomposición del cuerpo de otros animales. Lo más probable es que al ánade, tras pasar algún tiempo en la Charca regrese a su hábitat en el lago de las instalaciones deportivas.
El tercer animal devuelto a su hábitat fue una tortuga boba que tuvo que ser intervenida tras tragarse un anzuelo. El animal fue liberado por la misma persona que lo capturó involuntariamente mientras hacía pesca recreativa en la playa de Vargas, quién, visiblemente emocionado, agradeció la oportunidad de poder restituir al ejemplar a su hábitat natural.
El director del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, Pascual Calabuig, aseguró que en el centro se atienden más de 2.000 animales de distintas especies al año que son devueltas a su medio gracias, en la mayor parte de los casos, a la colaboración de la población y las fuerzas de seguridad que avisan en cuanto encuentran un ejemplar herido. De los 2.000 animales atendidos la mayoría son aves marinas y tortugas, y llegan incluso del Reino Unido, pues es el centro de referencia para este tipo de atención en Europa.