La Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista de Gáldar, inauguró este viernes una nueva exposición temporal ‘Paisajes soñados’, inspirada en los tapices artísticos de Olga de la Nuez, una muestra del universo de formas y color que la artista ha creado a partir de la observación de la naturaleza.
La exhibición permanecerá abierta hasta el domingo 2 de abril y se enmarca dentro de la amplia programación de Marzo-Mujer que impulsa la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria en colaboración con la Consejería de Igualdad de la citada corporación insular y que tendrá por escenario distintos espacios culturales y museísticos de la Isla a lo largo del presente mes.
La muestra se podrá visitar de manera gratuita de martes a domingo entre las 10.00 y las 18.00 horas y permite un recorrido visual por la pasión de Olga de la Nuez por la técnica del tapiz y del virtuosismo que ha alcanzado a la hora de convertirla en una vía para la creación artística con mayúsculas, un espacio donde en su caso conviven la tradición y la experimentación.
La artista imprime su propia personalidad en su obra. De la Nuez introduce las tiras de tela (traperas), mezclándola con materiales como la soga, el lino, las raíces, el barro o la madera, en perfecta simbiosis con las sedas y algodones y usando de base la lana elaborada en todo su proceso en su taller de Moya.
De la Nuez usa el color como vehículo expresivo del sentimiento espiritual. “Se inscribe en esa categoría de artista consciente que asume su quehacer como una meditación respecto a la propia posibilidad de la obra”, dejó apuntado sobre su creación Agustín Quevedo.
“Sus obras son ante todo, libres y sin influencias. Tienen un signo especial: aquel que impele al artista canario a permanecer en las filas de los que aman la libertad pensante y sienten la versión irrebatible de la modernidad plástica”, señaló en su momento Felo Monzón.
De la Nuez, nacida en Las Palmas de Gran Canaria, es hija adoptiva del municipio de Moya por su apuesta decidida por la cultura y el arte del municipio a través del Centro de Arte e Interpretación del Paisaje. De hecho, sus obras y tapices han plasmado de una manera única los colores y la alegría que se respiran en la Villa.
Cuando la autora de ‘Paisajes soñados’ comenzó a sentir interés por el tapiz decidió acudir a las raíces y aprendió a tejer en los telares tradicionales de las tejedoras del Barranco del Laurel.
Más tarde asistió en Altea (Alicante) a un taller de alto lizo (urdimbre vertical) con una maestra finlandesa, episodio a partir del cual empezó a definirse su futuro trabajo de libre creación en el telar. También tuvo como maestros a los artistas de Barcelona Asunción Raventós, Royo y Grau Garriga, de la escuela catalana.
Además, De la Nuez entabló contacto en París con las obras de Magdalena Abakanowich, Jagoda Buic, Olga de Amaral o Sonia Delaunay, nombres importantes de la tapicería. Ha realizado ya cerca de una decena de exposiciones individuales.
Imágenes cortesía de Héctor Moreno: