El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón y el concejal del Mayor, Sinforiano Rodríguez, visitaron y felicitaron por su recién cumplido siglo de vida a doña Matilde Santana Flores quien el pasado ocho de enero cumplía, rodeada de toda su familia, los cien años de vida. Este viernes el alcalde la ciudad quiso desplazarse al domicilio de esta vecina centenaria en la carretera general de San Isidro, frente a las Piscinas Municipales, para hacerle entrega de un ramo de flores y felicitarla personalmente, cumpliendo con ello la tradición de rendir este sencillo reconocimiento a aquellos vecinos centenarios.
Muy feliz de estar recibiendo tantas muestras de cariño por estos cien años, doña Matilde recibió emocionada esta visita que se sumó a la fiesta más íntima que le brindaron sus cuatro hijos, María Teresa, Jacinto, Andrés y Ángeles, sus nueve nietos, 10 bisnietos y una tataranieta el día de su onomástica. Todos quisieron arroparla y expresarle sus muestras de cariño porque tal y como reconoció su familia, ha sido una mujer muy tranquila, muy humilde, muy querida por todos y muy buena persona.
Matilde Santana nació el 8 de enero de 1918 en la calle del Agua en Gáldar y siempre se dedicó a las labores de su casa y al cuidado de su familia. Casada con Pedro Mateos Castellano, fallecido en 1980, contando ella con 62 años de edad, ha vivido con sus hijas pero también ha seguido residiendo en esta casa de San Isidro que mantiene aún muchos de los recuerdos de su larga vida y del hogar que formó con su marido y sus hijos.
Teodoro Sosa compartió ante ella y con sus tres hijos presentes Teresa, Andrés y Ángeles, ya que Jacinto no pudo asistir por problemas de salud, muchos de estos recuerdos y de las personas cercanas de la familia que han formado parte de la vida de una mujer que ha logrado cumplir un siglo de vida sin apenas enfermedades comiendo de forma sana, muy cuidada, ahora también con la ayuda para sus hijos de su cuidadora Estefanía.
El alcalde galdense le deseó lo mejor y mucha salud para poder seguir cumpliendo años y formar parte de una generación de galdenses de la que esta Ciudad se siente sumamente orgullosa.