El Cabildo destina más de un millón de euros con cargo a su Fondo Verde Forestal para ejecutar 21 proyectos de reforestación y lucha contra incendios y la erosión con la plantación de 43.000 árboles en 154 hectáreas, lo que supone el inicio de la Segunda Revolución Forestal de Gran Canaria tras la realizada a mediados del siglo pasado por el Estado.
Gáldar invertirá los 50.000 euros que corresponden al municipio para un ambicioso plan de reforestación del monumento natural de Amagro, que beneficiará a unas 10 hectáreas de terreno con la plantación de 4.000 ejemplares de flora autóctona propia del lugar. La Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Heriberto Reyes, está redactando el proyecto de está acción que pretende dar un impulso a la restauración ambiental de este paraje natural.
Para hacerlo posible, el Cabildo ha dotado a ambiciosa iniciativa de un marco presupuestario estable con la creación del Fondo Verde Forestal, que tendrá una consignación de 4,5 millones de euros al año, a lo que se suma una cuantía de 5 millones para adquirir terrenos, lo que supone multiplicar por diez la partida existente para comprar suelo para reforestar, explicó el presidente insular, Antonio Morales.
Se trata, además, de la primera experiencia que realiza el Cabildo de la mano de los 21 ayuntamientos, pues un “macro proyecto” de este calibre solo será un éxito con la participación de las corporaciones municipales, vecinos, colectivos y el conjunto de la población, que ya ha mostrado su ansia por participar en recuperar la isla con un millar de personas inscritas como voluntarias, celebró el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, quien subrayó que se trata de una iniciativa realmente ilusionante que quedará para las próximas generaciones.
Así, de los 4,5 millones de euros anuales, cada año serán destinados 1.050.000 euros a proyectos con los municipios, a razón de 50.000 euros cada uno, lo que permitirá, por otra parte, generar empleo verde en las localidades afectadas, y qué mayor conexión emocional que el hecho de que los propios vecinos sean los encargados de sacar adelante los proyectos, apuntó Rodríguez.
El Fondo Verde Forestal se aprobó el año pasado en julio con una partida inicial de 1.500.000 y, tras los primeros meses de búsqueda de suelo, ampliación de los semilleros para aumentar la producción para plantar y el establecimiento de contactos con los municipio, comienza la fase de ejecución de las plantaciones, que contemplan también la fase de riego y mantenimiento para que sobreviva el 80 o incluso el 90 por ciento, pues de ello también dependerá el éxito de la empresa.
“El dinero de la prevención siempre se la lleva la extinción y la regeneración de lo quemado, lo que llamamos invertir en negro, queremos adelantarnos e invertir en lo verde”, apuntó el técnico responsable del proyecto, Carlos Velázquez, quien comentó que las mayores partidas se van normalmente en helicópteros y más medios, cuando se sabe “que ese es un callejón sin salida, el camino es la prevención”.
De hecho, una de las enseñanzas del incendio fue que las zonas tratadas y las propiedades que siguieron la recomendación de mantener limpios 15 metros alrededor de las viviendas resultaron las menos dañadas.
Los tres pilares de actuación del Fondo Verde Forestal son la repoblación, los tratamientos de selvicultura para prevención de incendios y la lucha contra la erosión porque son la manera de luchar contra las grandes amenazas de este siglo en cuanto a bosques: el cambio climático, las sequías y los incendios forestales.
Así, La Aldea, Artenara, Arucas, Firgas, Ingenio, Gáldar, Las Palmas de Gran Canaria, Mogán, Moya, Santa Brígida, San Mateo, Telde, Teror, Valleseco y Valsequillo han optado por acciones de reforestación que supondrán en total 88,6 hectáreas de nueva masa forestal y la plantación de 35.440 árboles.
Agaete, Agüimes, La Aldea, Mogán, Santa Lucía de Tirajana, Guía y Tejeda destinarán la ayuda a la restauración de fondos de barrancos para erradicar especies invasoras y cambiarlas por especies autóctonas, con un total de 25 hectáreas regeneradas y unos 7.500 nuevos árboles.
Artenara, Arucas, Santa Brígida, San Mateo, Valleseco y San Bartolomé de Tirajana apuestan igualmente por acciones de silvicultura preventiva para evitar incendios forestales, que afectarán a unas 27 hectáreas de terreno.
Gran Canaria se caracteriza por poseer una masa forestal que reúne importantes valores ambientales. En el pasado, gracias a una decidida política forestal, se consiguió cuadruplicar la superficie forestal en 100 años. A principios del siglo XX, el bosque en la isla no cubría más de 6.000 hectáreas y se encontraba en un estado lamentable por la sobreexplotación sufrida durante siglos.
De las 156.000 hectáreas que posee Gran Canaria, el 74 por ciento, unas 116.000 hectáreas, tiene vocación forestal. Actualmente solo 20.000 hectáreas están arboladas, de ahí la necesidad de acometer el segundo gran salto hacia su reverdecimiento.