Este lunes se celebra en todo el mundo el Día de la Mujer Rural, y Gáldar lo celebró este fin de semana de la mano de la Casa-Museo Antonio Padrón. Centro de Arte Indigenista con un acto institucional en el que se rindió homenaje al misterioso mundo de los rezados y en concreto a las mujeres que los llevaban a cabo: las santiguadoras.

Precisamente este mundo, el de la magia vinculada a los antiguos rezos, es una de las temáticas que se repiten a lo largo de toda la etapa pictórica de Antonio Padrón, como recordó el director de la Casa-Museo, César Ubierna.

El acto comenzó con la lectura del pregón a cargo de Manuel Díaz, un hombre que alimenta al tiempo al alma y al espíritu, pues compagina su faceta de poeta con la de panadero en Juncalillo de Gáldar.

Posteriormente tuvo lugar la proyección de un documental elaborado por el artista Paco López donde se recogen testimonios de santiguadoras y de expertos y expertas sobre la materia, así como una visión de su presencia en la obra del propio Antonio Padrón.

El momento principal del acto fue el homenaje a María de las Mercedes Franco, fallecida en 2011 y que dejó una profunda huella en Gáldar y la comarca noroeste de Gran Canaria en general. Su bisnieto, Pedro David Monzón, pronunció una semblanza en la que destacó sus bondades más humana y también su faceta como santiguadora.

Para finalizar el acto, dos santiguadoras del municipio de Gáldar, María Luján y Rita Mendoza, pronunciaron algunos santiguados con los que el público asistente pudo sentir y escuchar en vivo y en directo el misterio y la magia de estos rituales tan profundamente enraizados.

La Casa-Museo Antonio Padrón ha querido este 2018 poner en valor este antiguo oficio, vinculado al ámbito rural de la comarca noroeste, que se pone en valor desde comienzos de mes con la muestra “Santiguadoras: señas de aprecio”, un proyecto de Paco López y Dácil Díaz que incluye tres intervenciones distintas en el museo.

La sugerente muestra, un cruce de propuestas en busca de un mensaje común alrededor de la figura de la santiguadora y su legado, permanecerá abierta hasta el día 28, con entrada gratuita. El horario de visita es de 10.00 a 18.00 horas de martes a domingo.

La primera de las intervenciones, la más expositiva, se concentra en El Voladizo del museo y guarda relación, según explica el propio Paco López, con la capacidad de las santiguadoras “para hacer sentir mejor”, una idea que ha inspirado una serie de objetos donde se fusionan zarandas, radiografías de rayos X e iluminación.

Entre El Voladizo y el patio del museo se levanta también una instalación contundente, un muro de picón, que evoca los ritos ligados a la fertilidad y a las buenas cosechas de las harimaguadas aborígenes.

Por último, en el patio de la Casa-Museo Antonio Padrón. Centro de Arte Indigenista se yergue una pieza escultórica creada a partir de la estructura que servía para dar soporte a las antiguas pilas para destilar agua, que se combina a su vez con un artefacto actual, en este caso un proyector. “En muchos de los cuadros de Padrón aparecen santiguadores invocando la lluvia como una bendición para el campo”, recuerda López.

ACCEDA AQUÍ A LA GALERÍA DE IMÁGENES DEL ACTO.

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