En la madrugada de este sábado fallecía a los 87 años de edad don Juan Ruiz Santana, conocido familiar y popularmente como “Guaito”, quien en el año 2014 recibió la Pintadera de Oro de la Ciudad de Gáldar. El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón, ha expresado sus más sentidas condolencias por esta sentida pérdida a su familia y le ha recordado por ser un hombre sencillo con un talento innato, que trabajó desde muy niño y durante toda su vida siempre pegado a la tierra, con un extraordinario carácter, cercano y humilde. Sosa expresó su pesar a su familia, a su esposa y a sus cuatro hijos; de forma especial a su hija Encarnación Ruiz, compañera durante estos años de gobierno municipal y al letrado municipal, Antonio Ruiz Alonso. Su capilla ardiente se encuentra ya instalada en el Cementerio Municipal de San Isidro y su entierro tendrá lugar este domingo a las 12.00 horas.
Juan Ruiz Santana nació el 10 de octubre de 1931 en Gáldar. Es hijo de Juan Ruiz Rodríguez y Encarnación Santana Medina, siendo el segundo de diez hermanos.
Estudió en la escuela pública hasta los once años, iniciando entonces su vida laboral con diversos trabajos y empresas agrícolas. Siendo muy niño se desplazaba los domingos caminando hasta Caideros para llevar la correspondencia al médico, siendo su recompensa cinco pesetas y un bocadillo de queso.
A la vuelta del servicio militar y trabajando como empleado agrícola, fabrica su vivienda en Las Cumbrecillas del Faro de Sardina, y como hecho anecdótico cabe destacar que fue encarcelado por utilizar grava de la Playa de Martorell en dicha construcción.
Por esas fechas inicia su actividad como autónomo, siendo su primera iniciativa la compra de una yunta de bueyes y un burro con los que se dedica a arar terrenos agrícolas de particulares. Con los beneficios obtenidos de esta primera iniciativa se introduce en el sector de la construcción agrícola, actividad que ejerció durante muchos años para lo cual adquirió diversa maquinaria, llegando incluso a contar hasta con treinta empleados en el máximo apogeo de la empresa, que tenía entre otras actividades las sorribas de fincas, construcciones de paredes, estanques y limpieza de solares.
Al requerir esta actividad la utilización de piedra, excava una cantera en el Barrio de El Corralete, para la cual precisaba el uso de explosivos, que adquiría en un polvorín en las Palmas de Gran Canaria, y que transportaba inicialmente en motocicleta, hasta que pudo adquirir un vehículo. Compagina esa actividad con el cultivo de plataneras en terrenos de su propiedad.
Cabe destacar la especial relación que mantuvo con el Barrio de Sardina, donde residió hasta 1.975, de donde procedían la mayor parte de sus trabajadores, llevando a cabo la limpieza de solares y desescombros en El Barrio Negrín y otros, en muchos caso de forma altruista.
Casado con Doña Carmen Alonso Mateos, es padre de cuatro hijos y abuelo de siete nietos. Todas las personas que le apreciaban y que mantenían una estrecha relación de amistad con él y le conocían por su extraordinario carácter y su cercanía lamentaron su pérdida. Descanse en Paz.