Risco Caído, un calendario de luz es el nombre del documental que el Cabildo estrena hoy en los Cines Monopol con la presencia Julio Cuenca, arqueólogo descubridor de la cueva, Alexis Ravelo, autor del guion, y Chedey Reyes, director del trabajo fílmico.
Será a las 19 horas para mostrar un trabajo de 23 minutos producido por el Cabildo, a través de su centro Gran Canaria Espacio Digital, que describe con detalle la cueva número 6 de Risco Caído y el fenómeno que encierra, alternando las imágenes con los testimonios de los expertos que analizan las características de este yacimiento arqueológico.
El trabajo audiovisual se nutre de las grabaciones realizadas en la propia cueva y en el espacio cumbrero de Gran Canaria, que conforman el paisaje cultural candidato a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El escritor grancanario Alexis Ravelo, autor del guion, explicará cómo fue el trabajo previo de documentación. Antes de ponerse a escribir tuvo que entrevistar a varios expertos de diferentes disciplinas. “Personalmente lo que más me llama la atención es la construcción de la cueva en forma parabólica ya que para ello es necesario una serie de cálculos que implican conocimientos matemáticos avanzados. La sociedad de los antiguos canarios era mucho más compleja y avanzada de lo que hemos pensado hasta ahora”, señala Ravelo.
Respecto al relato del pasado prehispánico de Gran Canaria, Ravelo considera que hasta ahora ha estado muy influenciado por la visión de los castellanos y este hallazgo es solo la punta del iceberg de todo un mundo por descubrir. El autor, que explica que ha realizado un gran esfuerzo para resumir el guion en unos pocos minutos, tiene experiencia en el sector audiovisual, pero es la primera ocasión en la que lleva a cabo un proyecto en la no ficción.
Para Chedey Reyes, la dirección de este documental ha supuesto la oportunidad de revelar a los espectadores qué es Risco Caído, qué supone, y sobretodo explicar que es un yacimiento que está vivo porque el fenómeno se sigue repitiendo. Durante los trabajos de grabación se presentó la novedad de que la candidatura de Patrimonio Mundial ampliaba el ámbito a los espacios sagrados de montaña, por lo que las grabaciones no solo fueron dentro de la cueva número 6 de Risco Caído, sino que se extendieron al espacio cumbrero de Gran Canaria.
Un tesoro oculto
En Barranco Hondo, en una zona de difícil acceso de las cumbres de Gran Canaria, la piedra ocultó durante siglos una cueva tallada con medidas precisas en la toba volcánica, conformando un preciso marcador equinoccial y solsticial que vincula la vida espiritual a los ciclos agrarios. A esto se une, y relacionado con lo anterior, una extraordinaria presencia de grabados rupestres de triángulos púbicos, así como una proyección de siluetas de luz, con una potente carga simbólica.
Este hallazgo indica que la civilización aborigen alcanzó conocimientos matemáticos más avanzados de lo que se suponía hasta ahora. El almogarén de Risco Caído es un fenómeno fascinante que obliga a replantearnos lo que hasta hoy se creía saber acerca de una civilización única y aún rodeada de enigmas.
En el documental intervienen principalmente el arqueólogo Julio Cuenca, y el arqueólogo e inspector de Patrimonio Histórico, José de León, director científico y coordinador, respectivamente, de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña, espacio propuesto a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
También cuenta con la participación de José Miguel Márquez, arquitecto especialista en patrimonio histórico, Amelia Rodríguez, catedrática de prehistoria, Teresa Delgado, doctora en historia y arqueóloga en el Museo Canario, Juan Antonio Belmonte, del Instituto de Astrofísica de Canarias, y José Guillén, inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. La fotografía del trabajo fílmico es de Teresa Ruano, y la música y banda sonora de Gonzalo Díaz.
El documental forma parte de una amplia serie de acciones impulsadas por el Cabildo grancanario para poner en valor la singularidad de Risco Caído, el paisaje cultural de las cumbres y a la vez hacer reflexionar y sensibilizar a la población apelando a la significación sagrada que tuvo esta zona para nuestros antepasados, y el tesoro medioambiental y cultural que supone para las generaciones venideras.