Nuestra intención con esta iniciativa es seguir con la labor de la formación y educación integral de nuestros deportistas desde un punto de vista deportivo, fomentando el respeto al rival, al árbitro, a los aficionados, el jugar para divertirnos, el aceptar la victoria y la derrota con respeto hacia el rival, el hacer a nuevas amistades,…; en definitiva, aportar nuestro granito de arena en concienciar a los jugadores, padres y demás personas vinculadas al deporte al juego limpio o fair play, pues a nivel nacional e internacional se está trabajando en concienciar a la sociedad en este sentido.
El juego limpio tiene que ver con las elecciones que haces: qué está bien y qué está mal. La gente se fijará en cómo juegas según las normas. Te ganarás fama de buen o mal deportista y te seguirá mucho después de que acabe la competición. Puede determinar cómo te trate la gente incluso antes de que lleguen a conocerte. Para ajustarte al espíritu del deporte y forjarte una buena reputación, siempre debes:
- Mostrar respeto por ti mismo y por los demás (competidores, árbitros y personal);
- Respetar las normas de la competición y del deporte limpio;
- Ser tanto buen ganador como buen perdedor;
- ¡Divertirte y disfrutar por ser parte de la acción!
El deporte no tiene mucho sentido sin el juego limpio. Practicamos deporte por la oportunidad de mostrar nuestros talentos únicos, para compartir, para hacer amigos y para divertirnos. El juego limpio hace todo eso posible
El saludo amable al contrincante al terminar un encuentro. Símbolo del juego limpio.
Juego limpio (en inglés, fair play), es una expresión muy utilizada para denominar el comportamiento leal y sincero además de correcto en el deporte, en especial fraterno hacia el contrincante «oponente», respetuoso ante el árbitro y correcto con los asistentes. La preocupación por el juego limpio ha ido en aumento en todo el mundo, ante la reiteración de conductas deportivas