«Pretendo aportar seguridad, confianza y agilidad en la resolución de todos los asuntos notariales».
Juan Enrique Costa Ninot es el nuevo notario de Gáldar. A sus 24 años este joven natural de Almazora (Castellón) logró acceder el mes de marzo pasado al cuerpo de Notarios, convirtiéndose en el segundo notario más joven de España y el primero que ejerce en Canarias. Premio Extraordinario de Fin de Estudios del grado de Derecho en la prestigiosa Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, siempre tuvo claro que debía sacrificarse para obtener la plaza, lográndola en un tiempo récord de dos años y cuatro meses con 24 años de edad. Como objetivo se propone acercar la función notarial a los ciudadanos para que se conozcan todos los servicios que se pueden ofrecer, muchas veces desconocidos por la ciudadanía. Desde hace unas semanas ya se ha instalado en su nueva ubicación, en la calle Reina Arminda número 26, en el casco de Gáldar. Hasta ella se ha acercado galdaraldia.es para conocerlo más de cerca:
Es uno de los notarios más jóvenes de España. ¿Cuántos años tiene?, ¿Cuánto le costó aprobar las oposiciones desde que acabó la carrera? ¿Era la primera vez que se presentaba?
Actualmente tengo 25 años, si bien es cierto que en el momento de aprobar la oposición tenía 24. Es complicado aprobar con esta edad pero hay que tener en cuenta que han habido al menos dos compañeros más de mi promoción que han aprobado con la misma edad que yo, incluso uno de ellos con algunos meses menos.
Justo cuando acabé la carrera de Derecho dediqué el verano a disfrutar del poco tiempo libre que me quedaba teniendo en cuenta que me esperaba una larga temporada de estudio, aproveché también para viajar y emplear tiempo en algunas de mis aficiones que durante la oposición tendría que dejar apartadas. Tras el verano comencé a opositar el 25 de septiembre de 2017 y aprobé el último examen a mediados de enero de 2020, con lo que en total mi tiempo como opositor duró unos dos años y cuatro meses aproximadamente.
Efectivamente esta ha sido la primera vez que me he presentado, todo empezó como una prueba, pero lo cierto es que gracias al apoyo de mi familia, amigos y preparadores pude sacarle partido y con una vez ha sido suficiente. A pesar de ello una vez apruebas la oposición a notarías todos los aprobados pasan a ser notarios, todos somos iguales independientemente del tiempo de estudio o de la cantidad de veces que nos hayamos presentado.
¿Tiene precedentes familiares o es una vocación innata?
Las dos cosas a la vez y ninguna al mismo tiempo. Lo cierto es que en mi familia no ha habido nadie hasta el momento que haya accedido al cuerpo notarial como notario, pero si que he tenido una fuerte influencia por parte de mis padres. Por un lado mi padre ha sido durante más de 40 años primer oficial de notaria, profesión que admiro y que hoy como notario todavía valoro más; por otro lado mi madre, pese haber estudiado magisterio con especialización en matemáticas ha trabajado siempre en una notaria, dedicándose a la facturación de escrituras y la gestión fiscal que conllevan los documentos notariales. Por esta razón no puedo decir que mi deseo de ser notario me venga de la nada, el amor que mis padres me han transmitido sobre esta profesión ha hecho que me entregase en cuerpo y alma para por dedicarme a ella. Todo ello sumado a la influencia y admiración que a lo largo de mi juventud he sentido hacía los notarios que he ido conociendo y que me han marcado a la hora de enfocar mi futuro profesional.
Notarías una de las oposiciones más duras que existen para acceder a la Administración Pública, ¿en qué consisten?
Efectivamente es una de las oposiciones más duras de España pero su mecánica es fácil de entender. Además del tiempo de estudio, la oposición consiste en cuatro exámenes o ejercicios. El primero de ellos es oral, para el cual tienen que estudiarse dos materias, Derecho Civil, que es el grueso de la oposición, y Derecho Fiscal, haciendo un total de 160 temas. Este primer examen consiste en recitar cuatro temas ante el Tribunal de examen a lo largo de una hora. Si superas este primer ejercicio se pasa al segundo que funciona de la misma manera que el anterior pero con otras materias, principalmente Derecho Mercantil, Hipotecario y Notarial, además de algo de Derecho Administrativo y Procesal, haciendo un total de 180 temas. Tras aprobar esos dos exámenes se pasa a un tercero, el más complejo de todos, «el dictamen», el cual consiste en resolver un caso práctico que aglutina todas las materias estudiadas, debiendo ser redactado y entregado en un plazo de seis horas. Posteriormente lo escrito se le lee al tribunal en un día distinto para que lo valore. Los que superan el tercer ejercicio pasan al cuarto, más sencillo, y que consiste en redactar una escritura y resolver algunas cuestiones de matemática financiera.
¿Cómo se organizó para lograrlo en tiempo récord, cuando la media está ahora entre seis y siete años?
En mi caso, como desde pequeño había querido opositar a notarías, muchos notarios y mis propios padres siempre me decían lo complicado y sacrificado que era, así que desde el primer momento pensé que si tenía que sacrificar años de mi vida para conseguirlo mejor hacerlo con la máxima intensidad desde el primer momento y no ir con «medias tintas». Desde mi punto de vista el secreto de la oposición está en la constancia, el esfuerzo y el trabajo duro, intentando evitar distracciones aunque también es importante saber darse recompensas.
Habrá escuchado muchas veces aquello de “Estudia para notario… que es una ‘firmita’ y ya está”… ¿Cree que el ciudadano conoce exactamente la función de un notario?, ¿Cómo se podría acercar el servicio al ciudadano?
Soy consciente de los muchos “clichés” que se les atribuyen a los notarios y no puedo decir otra cosa que realmente no son ciertos, aunque creo que el problema de que algunos ciudadanos nos vean de esa manera no es tanto suya sino de los propios notarios, pues en ocasiones no hemos sabido transmitir con claridad cuál es nuestra labor pública. Tenemos que acercarnos más a la ciudadanía y tenemos que hacerlo de muchas formas, en primer lugar invitando a toda aquella persona que requiera de ayuda notarial a acercarse a la notaría que libremente elija y ser atendido por el notario. El asesoramiento del notario es gratuito, da seguridad jurídica en todas aquellas operaciones en que interviene, facilita la claridad de los distintos negocios y cuestiones sucesorias, además de autorizar documentos de gran importancia para la vida diaria de las personas como los testamentos, los poderes preventivos para el caso de incapacidad, la constitución de patrimonios protegidos para personas con discapacidad, la celebración de matrimonios, la autorización de capitulaciones matrimoniales entre muchos otros documentos de carácter civil y mercantil.
Además es siempre importante recordar, que un factor imprescindible en la labor notarial y que ayuda a que todos los servicios que prestamos se presten con total confianza, es el derecho que tienen todas personas a escoger el notario que libremente decidan, pudiendo acudir a la notaria que más sea de su agrado o más confianza le transmita. Además estoy seguro de que sea la notaría que sea siempre se les atenderá de la mejor manera posible, pues todos los notarios son personas comprometido y atentas con los problemas de su ciudadanía.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que tengan la aspiración de llegar a ser notario o a quienes estén preparando una oposición?
La oposición a notarías es una carrera de fondo, se requiere constancia, esfuerzo y mucha dedicación. Uno de los mejores consejos que me dieron incluso antes de empezar a opositar fue aprende a decir que “no”: no puedo salir de fiesta, no puedo irme de viaje, no puedo ir al cine, no puedo perder una semana, etc. Pero este consejo se tiene que matizar, para mi es igual de importante cumplir con las horas diarias de estudio que saber parar y desconectar, es fundamental para poder rendir al día siguiente. Es muy importante aprovechar el día de descanso semanal para salir con amigos y pasarlo bien, nunca se tiene que perder el contacto social. Un gran consejo también, es hacer deporte a diario a ser posible, mantener sano el cuerpo ayuda a mantener sana la mente. Salir a correr o practicar tu deporte favorito es la mejor burbuja de oxígeno que puedes encontrar en tu día a día. Pero lo que realmente ayuda a sobrellevar la oposición es tener muy claro que quieres ser notario, porque te encanta esa profesión, las jornadas de estudio son muy duras y nada puede pagarte ese tiempo más que el deseo de dedicarte al servicio público como notario.
¿Por qué Gáldar?
A la hora de concursar existían 200 plazas libres distribuidas por todo el territorio español, los notarios de la nueva promoción teníamos que ordenar todas estas plazas según nuestras preferencias, teniendo en cuenta que los notarios con más antigüedad también podían concursar y tenían preferencia frente a nosotros. De mi lista de preferencias me llegó la plaza de la Ciudad de Gáldar. Siempre me había llamado la atención trabajar en las Islas Canarias, el clima y su gente son magníficos, además me encanta el mar y allí el Atlántico lo rodea todo. Gáldar es una localidad preciosa, con mucho sabor, gente encantadora y una fuerte tradición agrícola enfocada a las plantaciones de plataneras, algo similar a lo que ocurre en mi pueblo natal, Almassora, con la naranja.
¿Qué retos se ha marcado para esta nueva etapa que comienza en Gáldar?
Mi objetivo en Gáldar es muy claro, pretendo ofrecer un servicio notarial cercano, ágil, discreto y adaptado a las necesidades de los galdenses. Desde el primer momento tomé la decisión de residir en el mismo Gáldar para así poder conocer mejor sus costumbres y demandas, además de poder conocer de cerca a su gente. Soy natural de Almassora, un pueblo de Castellón, el cual tiene una demografía muy similar a la de Gáldar y creo que por ello puedo entender las necesidades de un pueblo con tales características y con tanta historia. Mi finalidad en Gáldar es llegar a que los galdenses confíen en mi como notario, como servidor público, y que sepan que la figura del notario es cercana y preocupada por sus problemas, intentando hacer todo lo posible para ayudar en la solución de sus problemas, siempre y cuanto esté en mi mano.
Desde su profesión, ¿qué puede aportar a los ciudadanos de la comarca?
Esta pregunta está un poco relacionada con la referente a los retos que me planteo en el desempeño de mi profesión en Gáldar. Pretendo aportar seguridad, confianza y agilidad en la resolución de todos los asuntos notariales para los que se me requiera. Además, por influencia de mis padres, siempre he tenido muy presente que las personas acuden a la notaría para formalizar documentos muy importantes y decisivos para su vida, documentos que pongan fin a problemas o dolores de cabeza que a veces les quitan el sueño. Por ello creo que un elemento muy importante en mi labor es la discreción, la privacidad a la hora de tratar los distintos asuntos, así como un trato cercano que ayude a que las ciudadanía esté tranquila en una notaria, que pisar una notaría no sea un motivo de tensión. El notario en muchas ocasiones y a lo largo de su historia, ha sido el confesor de muchas personas preocupadas y yo pretendo atender sus problemas con la máxima atención posible y ayudarles a solventarlos. Mi notaría se encuentra ubicada en la Calle Reina Arminda nº26, a escasos 100 metros de la plaza de Santiago, y está acondicionada con los espacios necesarios para poder atender a las personas que allí se acerquen cumpliendo con los objetivos que anteriormente he mencionado, además de cumplir todas las medidas sanitarias que la pandemia nos exige y que tanto se han de respetar.
¿Ha notado que la pandemia ha hecho variar los asuntos más solicitados por los ciudadanos?
Es importante tener en cuenta que la pandemia ocasionada por el COVID19 afecta de forma muy distinta a los diferentes sectores económicos y empresariales. Todos aquellos negocios que requieren de la afluencia de público, como la hostelería, el ocio nocturno o el turismo en general se han visto seriamente afectados. En cambio los sectores más relacionados con la tecnología y el comercio a distancia han visto incrementada su actividad. La pandemia ha generado inseguridad en la gente, no nos atrevemos a hacer planes o inversiones a largo plazo, lo que hace que la economía se quede algo estancada y a nivel notarial existe menor afluencia de operaciones mercantiles, aunque no me cabe la menor duda de que los empresarios españoles y la ciudadanía en general se recuperará pronto de este golpe, más que nada porque todos tienen las ganas y las fuerzas de continuar mirando hacia adelante. Por otro lado vemos en las notarias como los particulares se preocupan más por su vida diaria al ver lo frágiles que somos frente a una crisis sanitaria como la actual, lo que también ha hecho que muchas personas quieran poner al día sus asuntos privados y acudan con ello a las notarias, por ejemplo para otorgar testamento o poderes.
¿Se ha “aclimatado” ya al ritmo de vida de los galdenses? ¿Qué es lo que más le gusta de Gáldar?
Lo cierto es que aclimatarse a la vida de uno de los pueblos más bonitos y con historia de todo Canarias, no es algo muy complicado, al menos para mí. La gente trata los asuntos con relativa calma, sin perder las maneras, y eso ayuda a que los distintos asuntos notariales se desarrollen con normalidad. Por otro lado, en cuanto a la vida cotidiana, me parece envidiable estar a 28 grados a finales de noviembre, poder hacer planes continuamente sin miedo de que la meteorología lo estropee, además de la conducta amable y siempre atenta y cercana de los galdenses.
Pero lo que más me ha gustado de Gáldar son dos cosas. Por un lado el amor y devoción que sus ciudadanos tienen por su ciudad, lo cual se palpa en el ambiente, en las calles y en los eventos que se realizan a pesar del COVID19, haciendo que ser de Gáldar sea motivo de orgullo. Por otro lado me ha sorprendido comprobar cómo siempre existen iniciativas que pretenden hacer crecer lo que se conoce como el “norte de la Isla”, iniciativas que reivindican la importancia de un pueblo y todo su potencial. Me encanta toda actitud que implique reivindicar el nombre de Gáldar y las ganas por hacer que crezca y siempre mire hacia adelante.