El presidente del Cabildo, Antonio Morales, denunció hoy el hartazgo de Gran Canaria por la nefasta política de migración y exige al Gobierno europeo y estatal que dejen de crear el caldo de cultivo del odio y la xenofobia y que activen de manera inmediata las derivaciones a la Península. Gran Canaria no puede ser una cárcel, y mucho menos una cárcel sin recursos y sin control.
El presidente del Gobierno de Gran Canaria compareció hoy dada la irresponsabilidad de ambos gobiernos, los peligroso efectos sociales de su ninguneo a Canarias y porque el desmantelamiento del “muelle de la vergüenza” no ha supuesto ni mucho menos solucionar la situación, sino “esconderla”, pues se encuentra en un lugar fuera de la vista donde igualmente malviven decenas de personas sin agua y sin luz, que se enfangó con la última borrasca, y donde permanecen hasta dos semanas cuando es un lugar para estar 72 horas, incluidos menores.
Porque esa es otra, denunció, tardan meses en realizar las pruebas óseas y también tienen mayores entre los más de 2.700 menores acogidos en las islas, lo que también puede generar conflictos como los que se producen, puntuales pero previsibles, entre ellos mismos en lugares públicos, pues permanecen ociosos 24 horas al día, queriendo marcharse con sus familias, con impedimentos de la policía para que puedan coger un avión y, en esta situación sin control, hasta con la llegada de personas con antecedentes que son un peligro para los propios migrantes que buscan un futuro mejor.
Todo ello no solo es un caldo de cultivo peligroso, sino que de hecho está siendo utilizado por sectores interesados en generar odio y rechazo, y peor aún, para generar más violencia con convocatorias para ir a “cazar al moro” que el propio presidente ha recibido. “¡Cuidado!”, advirtió a las autoridades por permitir esta deriva por su ninguneo, una irresponsabilidad ante la que no quedará impasible.
“No se puede concentrar a miles de personas sin recursos y menos en esta situación de falta de control”, pues cuando salen a las 72 horas quedan abandonadas a su suerte, sin medios ni sustento.
La situación ya ha sido denunciada por varias ONG dada la violación de derechos humanos y de la normativa internacional en la que incurren el Gobierno europeo y español, que no solo ignora a la sociedad grancanaria, sino a todas sus instituciones, pues no solo el Cabildo reclama una solución, la ha reclamado, los ayuntamientos, el Parlamento y el Gobierno canario sin más resultado que varias visitas y explicaciones que eluden la situación y no la resuelve.
Por todo ello, exigió que el Gobierno estatal no frene a los migrantes que van a coger un avión, pues la Policía, “lógicamente recibiendo órdenes, ponen pegas al procedimiento habitual de embarque hasta que pierden el avión”, y que reactiven de manera inmediata las derivaciones, pues la Península tiene cientos de plazas libres, Gran Canaria no puede afrontar esta situación sola, ni ser una jaula, y necesita la solidaridad de las comunidades con plazas libres.
Canarias seguirá siendo punto de recepción de migrantes, por tanto necesita más infraestructuras de acogida digna, no muelles ni campamentos, lo que constituye la siguiente petición del presidente, seguida de la necesidad de acelerar las pruebas óseas.
Muy importante son las medidas de integración e inclusión y, a largo plazo, un cambio radical de la política migratoria que incluya acuerdos bilaterales con los países africanos con los que Europa, por otra parte, tiene una gran deuda pendiente.
“Ya está bien”, concluyó Morales, quien incidió en su asombro porque instituciones como el Gobierno europeo y central más allá de ningunear a Gran Canaria, la esté convirtiendo a propósito en una cárcel como Moria y Lampedusa para impedir que la migración llegue al continente.